ESPECIAL.- En 2018, Carolina Herrera sorprendió con la noticia de que dejaría de ser directora creativa de su marca, dejando la responsabilidad sobre los hombros de Wes Gordon, diseñador responsable de la nueva colección Resort 2020, inspirada en la cultura mexicana.
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Sin embargo varios usuarios de Twitter han hecho notar que hay una muy delgada línea entre la inspiración, la apropiación cultural e incluso el plagio. Los diseños han despertado polémica pues incluyen patrones, bordados y telas idénticos a algunos trajes típicos y artesanías mexicanas.
Por ejemplo, este vestido recuerda a los tenangos, originarios de Hidalgo. Mujeres y hombres de la región otomí- tepehua emplean su tiempo en bordar a mano figuras sobre manta.
Su complejidad y hermosura les ha valido el reconocimiento internacional, pero también ha puesto en riesgo el sustento de artesanos pues cada vez son más las personas que buscan reproducir su trabajo.
El año pasado, la Secretaría de Desarollo Social destinó al rededor de dos millones de pesos a 603 artesanos hidalguenses para la creación de una marca colectiva que les permitiera tener derechos sobre sus diseños.
Otra de las piezas que más ha desatado polémica es este vestido que recuerda al sarape mexicano, artesanía de Saltillo, que es en realidad una de las vestimentas típicas que más se reproducen y que han ganado popularidad entre los jóvenes en los último años.
Los usuarios de redes sociales también han advertido que si bien inspirarse en la cultura mexicana no está mal, lo correcto sería involucrar a los artesanos en la creación de los diseños.
Hasta el momento la maison no ha declarado nada al respecto de esta polémica. ¿Tú qué opinas?
PGG