ESPECIAL.- En 1972 causó gran asombro en Italia la noticia de que El Vaticano contaba con una máquina del tiempo que podía captar imágenes del pasado, incluso de la época antes de Cristo.
Fue el 2 de mayo de dicho año que el diario italiano "Domenica del Corriere" publicó la historia de la máquina del tiempo a la que llamaron el cronovisor.
Dicho artefacto, aseguraban, fue desarrollado por un equipo especializado de científicos encabezado por el padre Marcello Pellegrino Ernetti, quien fuera el de la idea original.
La tecnología del cronovisor se basaba en el principio de la física clásica según la cual “la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”, es decir, las ondas visuales y sonoras eran energía y, por lo tanto, estaban sometidas a las mismas leyes físicas de la materia.
De ese modo, lo que el aparato podía hacer era acceder a las ondas luminosas y sonoras del pasado, recomponiéndolas y reorganizándolas en las mismas imágenes y sonidos que las habían formado en su origen.
“Las ondas visibles y sonoras del pasado no se destruyen. Y no lo hacen porque son energía. La grandeza de nuestro invento, que llamamos cronovisor, radica en poder recuperar esa energía y recomponer las escenas del pasado", afirmó el padre Ernetti al diario italiano.
El religioso reveló que, gracias al cronovisor, había logrado fotografiar a Jesucristo antes de ser crucificado, así como también la destrucción de Sodoma y Gomorra y pudo captar el momento de la creación de los 10 mandamientos, los cuales no eran como se conocen en la actualidad, según el sacerdote.
Ernetti aseguraba también haber captado momentos claves de la historia como la fundación de Roma en el año 753 A.C., las guerras encabezadas por Napoleón, entre otros personajes históricos.
De acuerdo con el artículo publicado en ese entonces, la idea de la creación de este dispositivo surgió cuando Marcello Ernetti escuchó en una grabación los cantos de un sacerdote fallecido, por lo que decidió emprender el desarrollo del cronovisor.
Según el propio Ernetti, este aparato era bastante parecido a un televisor, pero en lugar de recibir transmisiones de estaciones locales, podía sintonizar el pasado para permitir al espectador “ver y escuchar” los eventos que habían ocurrido siglos antes.
El religioso explicó que la máquina funcionaba mediante la detección de todas las imágenes y sonidos que la humanidad había hecho y que se encontraban “flotando” en el espacio. Incluso, el padre Ernetti declaró que él sus colaboradores habían sido capaces de ver la crucifixión de Cristo, la agonía del mismo, la traición de Judas, el juicio, en fin todo el Calvario.
Aunque fueron publicadas algunas supuestas fotografías captadas por este dispositivo, después fueron puestas en duda, ya que la más polémica, la imagen de Jesucristo en la cruz captada por el cronovisor, fue comparada con la estatua de Cristo Crucificado de la Iglesia del Amor Misericordioso de Perugia y su similitud era bastante, por lo que muchas personas dudaron de la veracidad de la historia.Aunque su existencia nunca fue confirmada por El Vaticano, el sacerdote Ernetti aseguró en distintas ocasiones que la máquina fue confiscada por el propio Papa para evitar que cayera en malas manos.
Fueron muchas las personas, tanto expertos como altos jerarcas de la Iglesia quienes cuestionaron al religioso y desmintieron su historia, sin embargo poco antes de su fallecimiento el inventor de este dispositivo continuó defendiendo que el cronovisor era real.
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ESPECIAL.- En 1972 causó gran asombro en Italia la noticia de que El Vaticano contaba con una máquina del tiempo que podía captar imágenes del pasado, incluso de la época antes de Cristo.
Fue el 2 de mayo de dicho año que el diario italiano "Domenica del Corriere" publicó la historia de la máquina del tiempo a la que llamaron el cronovisor.
Dicho artefacto, aseguraban, fue desarrollado por un equipo especializado de científicos encabezado por el padre Marcello Pellegrino Ernetti, quien fuera el de la idea original.
La tecnología del cronovisor se basaba en el principio de la física clásica según la cual “la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”, es decir, las ondas visuales y sonoras eran energía y, por lo tanto, estaban sometidas a las mismas leyes físicas de la materia.
De ese modo, lo que el aparato podía hacer era acceder a las ondas luminosas y sonoras del pasado, recomponiéndolas y reorganizándolas en las mismas imágenes y sonidos que las habían formado en su origen.
“Las ondas visibles y sonoras del pasado no se destruyen. Y no lo hacen porque son energía. La grandeza de nuestro invento, que llamamos cronovisor, radica en poder recuperar esa energía y recomponer las escenas del pasado", afirmó el padre Ernetti al diario italiano.
El religioso reveló que, gracias al cronovisor, había logrado fotografiar a Jesucristo antes de ser crucificado, así como también la destrucción de Sodoma y Gomorra y pudo captar el momento de la creación de los 10 mandamientos, los cuales no eran como se conocen en la actualidad, según el sacerdote.
Ernetti aseguraba también haber captado momentos claves de la historia como la fundación de Roma en el año 753 A.C., las guerras encabezadas por Napoleón, entre otros personajes históricos.
De acuerdo con el artículo publicado en ese entonces, la idea de la creación de este dispositivo surgió cuando Marcello Ernetti escuchó en una grabación los cantos de un sacerdote fallecido, por lo que decidió emprender el desarrollo del cronovisor.
Según el propio Ernetti, este aparato era bastante parecido a un televisor, pero en lugar de recibir transmisiones de estaciones locales, podía sintonizar el pasado para permitir al espectador “ver y escuchar” los eventos que habían ocurrido siglos antes.
El religioso explicó que la máquina funcionaba mediante la detección de todas las imágenes y sonidos que la humanidad había hecho y que se encontraban “flotando” en el espacio. Incluso, el padre Ernetti declaró que él sus colaboradores habían sido capaces de ver la crucifixión de Cristo, la agonía del mismo, la traición de Judas, el juicio, en fin todo el Calvario.
Aunque fueron publicadas algunas supuestas fotografías captadas por este dispositivo, después fueron puestas en duda, ya que la más polémica, la imagen de Jesucristo en la cruz captada por el cronovisor, fue comparada con la estatua de Cristo Crucificado de la Iglesia del Amor Misericordioso de Perugia y su similitud era bastante, por lo que muchas personas dudaron de la veracidad de la historia.Aunque su existencia nunca fue confirmada por El Vaticano, el sacerdote Ernetti aseguró en distintas ocasiones que la máquina fue confiscada por el propio Papa para evitar que cayera en malas manos.
Fueron muchas las personas, tanto expertos como altos jerarcas de la Iglesia quienes cuestionaron al religioso y desmintieron su historia, sin embargo poco antes de su fallecimiento el inventor de este dispositivo continuó defendiendo que el cronovisor era real.
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El religioso explicó que la máquina funcionaba mediante la detección de todas las imágenes y sonidos que la humanidad había hecho y que se encontraban “flotando” en el espacio. Incluso, el padre Ernetti declaró que él sus colaboradores habían sido capaces de ver la crucifixión de Cristo, la agonía del mismo, la traición de Judas, el juicio, en fin todo el Calvario.
Aunque fueron publicadas algunas supuestas fotografías captadas por este dispositivo, después fueron puestas en duda, ya que la más polémica, la imagen de Jesucristo en la cruz captada por el cronovisor, fue comparada con la estatua de Cristo Crucificado de la Iglesia del Amor Misericordioso de Perugia y su similitud era bastante, por lo que muchas personas dudaron de la veracidad de la historia.Aunque su existencia nunca fue confirmada por El Vaticano, el sacerdote Ernetti aseguró en distintas ocasiones que la máquina fue confiscada por el propio Papa para evitar que cayera en malas manos.
Fueron muchas las personas, tanto expertos como altos jerarcas de la Iglesia quienes cuestionaron al religioso y desmintieron su historia, sin embargo poco antes de su fallecimiento el inventor de este dispositivo continuó defendiendo que el cronovisor era real.
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