El famoso cobertor de tigre vive en el corazón de los mexicanos y es el aliado ideal para las noches de frío pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es su origen?
La historia de esta emblemática cobija inició en Aguascalientes a finales del siglo XX, cuando Jesús Rivera Franco, artesano oriundo de Jalisco, ideó la fabricación de un cobertor que fuera amado por los mexicanos, y que a su vez, fuera resistente a las bajas temperaturas.
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De acuerdo la revista de negocios, Líder Empresarial, su sueño comenzó a concretarse tras un viaje a Europa, durante su estancia en España conoció las bondades del poliéster, una resina plástica resistente a la humedad y a los productos químicos.
Tras su regreso a México, comenzó a realizar las pruebas y en más de 2 mil intentos, logró perfeccionar la técnica y con apoyo de los telares comenzó a plasmar animales exóticos y motivos prehispánicos para distinguir cada pieza; en las orillas colocó un borde remachado para evitar que se deshilachara. Meses después nació un producto estrella, hoy legendario: cobertor San Marcos, el perfecto para la temporada invernal.
El cobertor San Marcos: un apapacho para dormir
El cobertor fue bautizado como San Marcos en alusión a la comunidad de Aguascalientes. Las cobijas se hicieron populares en los años 80 por sus diseños con tigres, caballos, leones y otros animales exóticos.
Cada pieza llegaba a pesar entre dos y tres kilos, por ello, eran perfectos para el descanso, ya que te sentías inmerso en un abrazo, de ahí esa analogía del calor de hogar.
Los cobertores San Marcos cubrieron del frío a nuestros padres y abuelos, hoy sólo quedan en el recuerdo, incluso, algunos fueron heredados. También, tuvieron presencia en algunas familias del extranjero.
¿Por qué desaparecieron los cobertores San Marcos?
Con el paso del tiempo, las imitaciones asiáticas comenzaron a ganar terreno en el mercado, y a pesar de que en los 90, existían empresas fabricando estas piezas, la competencia arrasó con los precios más económicos y la introducción de materiales ligeros, por lo que la fábrica mexicana dejó de producir los cobertores, y San Marcos pasó a manos de la empresa Cydsa de Monterrey.
En el año 2004 salió el último cobertor de la empresa San Marcos y la empresa cerró de manera definitiva. Con su adiós se terminó toda una historia para las familias mexicanas. Hoy, el cobertor de tigre sigue en la memoria, incluso en algunos hogares del país, sin embargo, únicamente se venden imitaciones. El clásico cobertor sigue vivo, incluso, en los memes.
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