Las joyas son piezas exclusivas de gran valor utilizadas para embellecer el cuerpo, pero a veces tan exóticas que gente rica y poderosa destina sumas exorbitantes de dinero para poseerlas. Aunque los diamantes son una piedra preciosa anhelada en el mundo, existen otros elementos que se han vuelto el deseo y ambición, pero ¿sabes cuánto cuesta la joya más cara en la Tierrra?
Diamantes, esmeraldas, rubíes y hasta zafiros, esas podrían ser las gemas que junto con otros metales como el oro y la plata, se convierten en auténticas obras de arte para presumir en anillos, collares, brazaletes y aretes; todos hechos de manera artesanal y con amor en cada detalle. El color, la pureza, la talla y el peso son los cuatro factores que determinan el valor de una pieza de joyería.
Marcas de joyería más caras del mundo
Desde la antigedad, emperadores, faraones, reyes y nobles se han sentido atraídos por el brillo del oro y los destellos que surgen de los minerales extraídos de la Tierra. Pero, además de la piedra, tamaño y peso, otro factor a considerar en el precio es el orfebre y empresa encargada de la elaboración de la obra. Algunas casas de joyería más caras y con mayor prestigio en el mundo, según un artculo de Bannatyne Joyeros Santander 1834 son:
- Harry Winston
- Cartier
- Van Cleef Arpel
- Buccellati
- Tiffany & Co
¿Cuál es el precio de la joya más cara del mundo?
El proceso de una pieza de alta joyería puede ser laborioso y requiere un alto nivel de habilidad y experiencia. Comienza con el diseño, que puede ser creado por un diseñador de joyas o por el propio joyero quienes trabajan meticulosamente para cortar, tallar, pulir y engastar las piedras preciosas en el metal.
La historia y la tradición de la alta joyería se entrelazan con la cultura, el lujo y la moda, considerándose verdaderas obras de arte que trascienden el tiempo y el valor económico, logrando así las joyas más caras del mundo.
Diamante de la Esperanza: el más caro y está maldito
Hope Diamond o Diamante de la Esperanza es quizá la joya más cara del mundo, pero que esconde una maldición. La piedra azul de 45,52 quilates tiene un aspecto mágico, pero está ligada a la mala suerte, pero aún así ha sido una de las joyas más buscadas a lo largo de la historia.
El diamante Hope está elaborado con una piedra preciosa extraída de La India, con una rara coloración azul provocada por átomos de boro y que al alejarse de una fuente luminosa desprende matices rojos. Actualmente, está valuada en cerca de 300 millones de dólares.
La pieza original fue adquirida por un comerciante de gemas llamado Jean-Baptiste Tavernier en 1966, pero dos años más tarde fue vendida al Rey Luis XIV de Francia. Desde entonces el diamante pasó por las manos de sus sucesores, siendo objeto de varias modificaciones. En total, hubo más de 24 dueños del diamante, pero todos tuvieron un final trágico.
La reina María Antonieta de Francia murió en la guillotina; Catalina la Grande falleció de un infarto al día siguiente de estrenarlo, mientras que el rey Jorge IV de Inglaterra se volvio loco después de mandarlo a incrustar en su corona. Más tarde, el banquero Sir Henry Hope, del que toma el nombre, contrató a un grupo de espiritistas para librarlo de la maldición, no obbstante, toda su familia murió de manera repentina.
En 1949, un joyero experto en diamantes, Harry Winston, compró el Diamante Hope, le realizó cortes geométricos para aumentar su brillo y lo donó al Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsonian de Washington. Harry murió de un infarto y el hombre que lo llevó hasta el museo falleció víctima de un atropello. A pesar de los siglos el misterio de esta maldición no ha sido resuelto.
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