CAMPECHE. - En pleno 2021 después de luchas, marchas y protestas, aún siguen pasando cosas como estas; circula por las redes un acontecimiento muy complicado para la comunidad LGBT+; y es que una mujer identificada como transgénero solicitó ir al baño en un restaurante llamado Odisea Cantina & Bar, en el estado de Campeche, como cualquier otra comensal, pero este se le fue negado rotundamente, por un empleado.
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El bar ubicado en la zona de San Francisco en Campeche tuvo un acto de violencia de género, debido a que sus empleados le negaran la entrada al sanitario de mujeres a un mujer transgénero, le dijeron que tenía que ir al estacionamiento.
Las personas que se encontraban en el lugar de los hechos trataron de hablar con el persona del bar, haciéndoles ver que esto era una discriminación, pero de manera absurda los empleados contestaron:
“Si yo me pongo una falda y entro a un baño de mujeres, ¿eso me convierte en una mujer?”, expresó el empleado.
Los hechos causaron indignación en redes sociales de manera inimaginable, por lo que mucha comunidad LGBT+ trató de sabotear el establecimiento para que ninguna persona sufra de discriminación de género.
Joven denuncia que fue víctima de estafa en restaurante del Centro Histórico en CdMx
A través de redes sociales se viralizó el caso de una pareja que cayó en la presunta estafa de un restaurante ubicado en el segundo piso de una zona aledaña a la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.
La joven identificada como @breenromero en TikTok narró a través de varios videos lo que vivió en un restaurante con razón social ‘La Corregidora’ que cuenta con terraza y está ubicado en la calle Monte de Piedad, muy cerca del Zócalo.
La mujer narró que ella y su novio estaban de aniversario por lo que decidieron salir a comer para festejarlo.
Ella contó que el restaurante atrapa presuntamente a los comensales, ya que los atrae sobre la avenida y le ofrece cocteles gratis y garantizan que cuentan con todo tipo de comida especial y recién hecha.
Ya estando en el lugar, los meseros les sirvieron dos bebidas con alcohol que no les gustaron y decidieron dejarlas, sin embargo, les insistieron en diversas ocasiones que se sentaran en una de las mesas de la terraza, por lo que los jóvenes comenzaron a sospechar.
En ese momento, uno de los meseros llegó para preguntar qué iban a ordenar, su novio pidió pozole, pero el mesero explicó que sólo era los jueves.
La pareja decidió abandonar el lugar, pero el personal les insistió que se quedaran y que prepararían lo que habías solicitado.
Sin embargo, ni los tragos gratis ni la comida que les sirvieron les gustó, así que pidieron la cuenta para retirarse lo más pronto posible del lugar.
Al recibir la cuenta había un cobro por mil 33 pesos y el desglose no se entendía, pero alcanzaron a distinguir que se les estaban cobrando los supuestos tragos gratis, además un cobro de 200 pesos por el manejo de mesa y otro extra de 200 pesos por uso de "espacio turístico".
AM3