LA SERENA. — Decenas de miles de personas aplaudieron el eclipse total de sol que miraron desde localidades del norte de Chile, donde están los cielos más limpios del planeta, y sus gritos crecían a medida que la luna cubría el sol por completo.
El fenómeno, que se esperaba fuera visto por millones de personas, empezó en el Pacífico, llegó al norte de Chile y atravesó a Argentina, en una ruta de unos 11 mil kilómetros.
Miles de espectadores saltaban, bailaban y gritaban “¡oh, oh, oh!” sin despejar los ojos del cielo. Luego de brevísimos instantes de silencio empezaron a regresar los gritos mientras los rayos solares comenzaban a llegar de nuevo a la Tierra.
La Serena, 470 kilómetros al norte de Santiago, la vecina Coquimbo y La Higuera, son algunas de las ciudades y pueblos que recibieron más turistas que viajaron sólo para ver el eclipse. La Serena, de 200 mil habitantes, esperaba la llegada de unos 300 mil visitantes.
Un precioso día de sol evitó que la avalancha de turistas chilenos y extranjeros se concentrara en localidades más elevadas para observar el espectáculo porque se pudo mirar desde los bordes costeros.
El poblado de La Higuera, distante unos 60 kilómetros de La Serena, de 1.500 habitantes, elevó su población flotante a unas 40.000 personas. Centenares, con sus lentes especiales para mirar al sol, caminaron hacia cerros cercanos para ver mejor el espectáculo.
Las playas de La Serena fueron invadidas por centenares de personas y a medida que se acercaba el eclipse total empezaron a escucharse los típicos gritos de “¡Viva Chile!” usado en competencias deportivas.
En ciudades y localidades del norte fue notoria la menor luminosidad y un leve descenso de la temperatura. El meteorólogo Iván Torres dijo que en Coquimbo y Atacama la temperatura bajó de dos a tres grados, y en la costa central chilena la disminución fue de dos grados.
Fueron tantas las advertencias de que no se podia mirar al sol para evitar daños en los ojos, incluida la ceguera, que la mayoría usó lentes especiales y muchos los prestaron a quienes no los tenían.
El observatorio astronómico La Silla, 160 kilómetros al norte de La Serena y a 2.400 metros de altura sobre el nivel del mar, también aumentó drásticamente su población normal, con la llegada de científicos de todo el mundo que viajaron por el eclipse.
El astrónomo Elyar Sedaghat, de La Silla, dijo a The Associated Press que “es una ocasión muy rara en la que tenemos un eclipse solar completo que pasa por (encima de) un observatorio importante” y estaba feliz por poder usar los telescopios de día, “porque siempre los usamos de noche”.
Un eclipse solar total ocurre cuando la luna se atraviesa en el camino de la luz del Sol y proyecta su sombra sobre la Tierra.
Durante el fenómeno astronómico la luna interrumpió la llegada de la luz solar a la Tierra por un par de minutos, lo que produjo que se oscureciera todo y que la temperature bajara algunos grados.
El próximo año, el 14 de diciembre, se registrará otro eclipse de sol total que se observará en la región de La Araucanía chilena.
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