Un hombre, presuntamente arrestado por conducir en estado de ebriedad en El Salvador, se volvió tendencia en redes sociales luego de que lo primero que pidió, antes de preocuparse por los cargos en su contra, fuera que borraran su WhatsApp y el historial de su navegador, con el fin de que su esposa no tuviera acceso a ello.
El curioso episodio fue captado en video por un testigo y rápidamente comenzó a circular en plataformas como X, TikTok y Facebook. En las imágenes se observa al hombre, de mediana edad, esposado y sentado sobre una patrulla, mientras conversa con un amigo que se encuentra junto a él.
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Pese a su evidente nerviosismo, su mayor preocupación no parece ser la detención, sino el contenido de su teléfono.
"Desinstalá el WhatsApp, te metés a Facebook, cerrás la sesión y lo borrás todo… también en el navegador, porque ahí lo abro yo”, se escucha decirle al amigo, casi suplicando.
A lo largo de los 27 segundos que dura la grabación, el detenido incluso le dicta sus contraseñas y repite con insistencia que elimine toda evidencia digital antes de que llegue su esposa, quien, según los usuarios, aparece al final del video.
Y es que, antes de que se termine el video, una mujer de cabello rizado, vestida con chamarra de cuero negro, que se planta frente a él con mirada desafiante.
Usuarios reaccionana al video viral
La escena desató una ola de comentarios y memes, pues miles de internautas bromearon con la situación, asegurando que el hombre parecía tener “más miedo a su esposa que a la cárcel”.
Otros ironizaron con frases como: “Le quitaron la libertad, pero le salvó la vida”, “mejor denle el celular a su esposa y déjenlo libre, ella se encargará de él” o “si no borra todo, él prefiere cadena perpetua”.
Sin embargo, no todos se lo tomaron con humor, pues algunos usuarios criticaron el hecho de que el oficial permitiera que un tercero manipulara el teléfono del detenido, argumentando que la información del dispositivo podría ser relevante para la investigación, dependiendo del delito por el que fuera arrestado.
El video ya suma miles de reproducciones y ha provocado una avalancha de teorías: desde quienes aseguran que escondía una infidelidad, hasta quienes piensan que simplemente quería evitar un escándalo familiar.
Lo cierto es que la escena, digna de una comedia de enredos, refleja cómo en la era digital el verdadero temor no siempre es la justicia, sino el historial del celular.
Porque, como dicen los usuarios entre risas, “borren el WhatsApp, pero no borren este video, es oro puro”.