PORTUGAL. - Una enfermera en Portugal murió dos días después de haber recibido la vacuna anti COVID-19. De momento se desconoce la extraña y repentinamente muerte de la trabajadora de la salud por lo que el caso ya es investigado por las autoridades.
Hasta el momento la única información certeza que se tiene sobre el caso es que la enfermera, identificada como Sonia Azevedo, murió en el Instituto Portugués de Oncología de Oporto (IPO), donde trabajaba desde hace 10 años, luego de recibir la vacuna anti COVID-19 el pasado 30 de diciembre.
La muerte de la mujer sucedió de forma súbita y no se había notificado ningún efecto indeseable ni en el momento de la vacunación, ni en los días posteriores, informó el centro médico en un comunicado.
En cumplimiento del plan de vacunación del Gobierno, la mujer fue una de las primeras en la lista para aplicarle la vacuna, ya que se desempeñaba en el área de pediatría, por lo tanto, formaba parte de los grupos prioritarios.
La familia de la enfermera declaró que pasó la noche previa a Año Nuevo con ellos y que nunca mostró signos de dolor ni nada, por lo que su repentina muerte los tomó por sorpresa.
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