El envejecimiento es una etapa inevitable en la vida de las personas que se refleja de manera natural cuando ya se ha llegado a una edad adulta. Con el paso del tiempo, el estilo de vida y otros factores, el envejecimiento puede darse de manera acelerada o no y de forma diferente para todos. Aunque el envejecimiento es algo de lo que no se puede tener el control, los hábitos de la vida pueden definir cómo este proceso puede sentirse, así, por ejemplo, las personas con hábitos más saludables pueden sentir el paso del tiempo a una velocidad diferente.
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Cuando se habla de hábitos relacionados al envejecimiento no siempre se relaciona directamente con el uso de ciertos productos cosméticos o el hecho de dejar de hacer actividades de entretenimiento, si no más bien a pequeñas acciones muy sencillas que suelen olvidarse y no se siguen adecuadamente. Según el doctor Daniel del Río, Director Médico de Clínicas MED Medicina Estética, en España, los siguientes hábitos inciden en el envejecimiento prematuro.
1. La falta de uso de protector solar
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, ya que cubre cada parte de él. Es por eso que cuidarla de los peligrosos rayos solares, previene que esta se dañe y se note en manchas o envejecimiento prematuro. Un sencillo paso para su cuidado, es el uso diario de protector solar. Aunque muchas personas prefieren gastar en productos costosos o procedimientos estéticos dolorosos, es más efectivo cuidar la piel con el simple uso de un buen protector fps50 todos los días.
2. Malos hábitos de sueño
Este hábito no solo afecta el aspecto del envejecimiento, sino la salud en general. Es fundamental que tanto niños como adultos, se preocupen por dormir el mínimo de siete horas diarias. Al dormir, el cuerpo genera sustancias que rejuvenecen y dan la energía necesaria para el día a día. Al no dormir las horas suficientes, nuestro cuerpo se puede notar cansado, y con ello, se acelera el proceso de envejecimiento. Del Río menciona que en el descanso nocturno se producen los niveles más altos de la hormona de crecimiento, que favorece la regeneración celular.
3. Malos hábitos alimenticios
La alimentación es una pieza clave para una buena salud y calidad de vida, ya que un mal estilo de alimentación puede generar problemas graves en donde se ven afectados tanto el físico, como la mente. Estas alteraciones pueden terminar por afectar la apariencia de la piel y el resto del cuerpo y con ello, generar una mala calidad de vida. según el doctor del Río, la comida basura tiene falta de nutrientes, grasas, colorantes, conservantes y además, pocos antioxidantes.
4. Mal manejo del estrés
Se ha comprobado que el estrés es un factor que incide en el envejecimiento, provocando cambios físicos de manera acelerada como arrugas, ojeras, canas o aumento de peso. Además de que el mal manejo del estrés puede llevar a otras complicaciones que pueden tornarse de manera más agresiva y peligrosa para la salud.
Es importante tomar en cuenta cada una de estas recomendaciones y si es posible, conjugarlas para mejorar nuestra calidad de vida y con ello, reducir el proceso de envejecimiento.
A pesar de que el envejecimiento es un proceso completamente natural, los buenos hábitos y estilo de vida pueden hacer una diferencia positiva a largo plazo que genere vitalidad y buena apariencia física y mental.