La identificación de una nueva especie de T-Rex, el tiranosaurio rex, que habría habitado Nuevo México ha causado revuelo entre la comunidad científica, además de que ha logrado captar la atención del público en todo el mundo.
Este hallazgo va más allá de la fascinación que han causado las películas de Hollywood en torno a los dinosaurios, debido a que estos animales han sido objeto de estudio científico durante décadas, desentrañando misterios sobre su evolución y desaparición.
Este hallazgo se basa en la reevaluación de un cráneo parcial de tiranosaurio descubierto en 1983 en Nuevo México.
Los científicos del Carthage College, han propuesto que este cráneo pertenece a una especie distinta dentro del género Tyrannosaurus y la han denominado "Tyrannosaurus mcraeensis".
Nueva especie de T-Rex habría habitado América del Norte
Este nuevo pariente genético del icónico T-Rex habría habitado América del Norte, incluyendo la parte norte de México, millones de años antes de que el tiranosaurio rex se convirtiera en la estrella de Parque Jurásico.
Los investigadores, liderados por el paleontólogo Anthony Fiorillo, director ejecutivo del Museo de Historia Natural y Ciencia de Nuevo México, publicaron sus hallazgos en la revista Scientific Reports el pasado jueves 11 de enero.
De acuerdo con el estudio, las sutiles diferencias anatómicas encontradas en el cráneo respaldan la afirmación de que se trata de una nueva especie.
Nick Longrich, paleontólogo de la Universidad de Bath en Inglaterra y coautor del estudio, destacó algunas de las diferencias clave: "En comparación con el T.rex, la mandíbula inferior es menos profunda y más curvada hacia atrás. Los cuernos encima de los ojos son más bajos que en el T.rex".
Longrich subraya que estas diferencias son consistentes y observadas en todos los huesos analizados.
Continúan las investigaciones sobre la nueva especie de T-Rex
Aunque la mayoría de la comunidad científica respalda la hipótesis de la nueva especie, existe un grupo escéptico que argumenta que las variaciones encontradas en el cráneo no son lo suficientemente significativas como para diferenciarla del Tyrannosaurus rex.
Además, señalan posibles inconsistencias en el proceso de datación de la muestra, lo que podría afectar la validez de los resultados.
El debate sobre la autenticidad de esta nueva especie de T-Rex seguramente continuará, pero lo que es seguro es que este descubrimiento está añadiendo una nueva dimensión a nuestra comprensión de estos majestuosos depredadores que dominaron la Tierra hace millones de años.
ERV