La Estatua de la Libertad, ubicada en la isla de la Libertad, al sur de Manhattan, es uno de los monumentos más importantes de Nueva York y de Estados Unidos, y hoy está cumpliendo 138 años desde que llegó a América.
Este monumento fue un regalo del pueblo de Francia al país estadunidense para conmemorar los 100 años de amistad franco-americana, así como el centenario de la independencia de Estados Unidos.
¿Cómo fue trasladada la Estatua de la Libertad a Estados Unidos?
En 1875, el escultor francés, Frédéric Auguste Bartholdi, junto a su equipo, empezó a construir la estatua de cobre como un regalo para los estadunidenses. Al comienzo, el presente fue concebido como un gesto de amistad de Francia, luego de la Guerra Civil.
Debido al gran tamaño de la escultura, los franceses optaron por enviarla en 350 piezas individuales, embaladas en 214 cajas. El 17 de junio de 1885, el barco de vapor ‘Isère', llegó a Nueva York con las cajas que contenían todas las partes que componían a la estatua.
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En 1886, una vez que la estatua llegó a Bedloe Island, conocida hoy como Liberty Island, fue armada y puesta en un pedestal hecho antes por los estadunidenses.
La estatua lleva como nombre completo: “La libertad iluminando el mundo”, mide 93 metros de alto y pesa 225 toneladas. Para subir a la corona, los visitantes deben ascender 354 escalones, que equivalen a 20 pisos. Desde su cabeza, su corona está equipada de siete picos que hacen referencia a los siete continentes y mares, hasta los dedos de sus pies con cadenas rotas, la estatua posee diferentes metáforas.
Anteriormente, la escultura era de color café rojizo, pero debido a la oxidación del cobre, se ha vuelto de un tono de verde jade, color que ya la identifica. Desde 1984 es considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
AA