Nikole Mitchell tenía lo que parecía ser una vida perfecta como una de las pastoras más influyentes de la Iglesia Woodland Hills, en Minnesota, casada y madre ejemplar para sus hijos de 10, 7 y 4 años, sin embargo, la verdad siempre sale a la luz y ahora la mujer vive una vida muy distinta a la que imaginó.
Fue una obra de teatro orientada a la comunidad LGBTTI+ lo que sacó a flote la realidad de Nikole, pues eso le hizo ver que en realidad no era una persona heterosexual.
“Sacudió mi mundo, sabía que si revelaba mi rareza lo perdería todo, porque la iglesia no da la bienvenida a las personas queer”, confesó para el New York Post.
Nikole se dio cuenta que en realidad era una persona bisexual y pansexual, por lo que inició con la reconstrucción de su identidad, algo que como una persona tan involucrada en la religión, parecía imposible.
Nikole creció en un hogar muy conservador, en el que se le enseñó que su único lugar debía ser en la casa con los niños, por lo que incluso convertirse en pastora fue algo que causó controversia en su círculo más íntimo.
Sin embargo, cuando descubrió su realidad, tomó valor para finalmente ser quien siempre había imaginado ser.
“Desde muy joven había fantaseado con ser stripper, pero fui adoctrinada para creer que mis deseos y mi cuerpo eran innatamente pecaminosos y malos”, comentó.
En 2019 Nikole decidió divorciarse de su esposo para luego mudarse a Los Ángeles para empezar su nueva vida donde asegura, es más feliz que nunca.
Mitchell ahora es una bailarina erótica que se mantiene gracias a la plataforma de OnlyFans, en donde vende sus fotografías y videos a sus seguidores.