En la vida existen personas que marcan la diferencia. Unos ex alumnos de una secundaria de Perú lo saben y, se volvieron virales tras "pagar una deuda pendiente" a un comerciante ambulante que durante su vida escolar los apoyó desinteresadamente.
La historia conmovió por la generosidad del grupo de ex alumnos de la secundaria Coronel Bolognesi en Perú, porque no olvidaron a aquel señor que marcó una etapa importante en sus vidas y porque lo agradecieron quizá en un momento poco esperado y, pese a que pasaron más de 25 años.
Los jóvenes que formaron parte de la generación de 1998 regresaron a su vieja escuela para expresar su gratitud al vendedor ambulante que los apoyó durante su escuela, que les fiaba y, que además a muchos les llegó a prestar dinero para su transporte.
El emotivo reencuentro que se volvió viral fue compartido a través de redes sociales, y publicado en una cuenta de Facebook de un medio peruano.
El hombre se llama Luis Estrada y desde hace más de 40 años vende dulces afuera de la escuela por lo que ha visto muchas generaciones pasar por ahí y dejando grandes recuerdos entre los ex alumnos de la escuela.
Los jóvenes recordaron que Luis, les fiaba productos y les proporcionaba dinero cuando lo necesitaban para cubrir sus gastos del transporte público por lo que decidieron retribuirle su amabilidad entregándole cajas llenas de dulces para que los vendiera en su puesto.
Los ex alumnos también le regalaron una camiseta con el número de su generación además de una cantidad de dinero que lograron reunir a través de colectas.
"Don Luis siempre nos prestaba para nuestros pasajes. Le empeñábamos nuestra insignia del colegio por una galletita, siempre nos daba fiado. Hoy, nos toca pagar nuestra deuda con intereses", indicó un ex alumno.
Según explicaron los jóvenes ex alumnos, tenían una "deuda pendiente" con el ‘señor de la carreta’, pues recordaron las múltiples ocasiones que les prestó dinero para sus pasajes.
Luis Estrada es un vendedor ambulante de la tercera edad que por varios años ha tenido un puesto de golosinas y botanas al costado de una escuela. Durante este tiempo ha logrado forjar un vínculo especial con varios estudiantes a quien en repetidas ocasiones ayudó de distintas formas.
Estas acciones fueron reconocidas por el grupo de ex alumnos que decidieron agradecerle años después de haberse graduado. En los materiales difundidos se ve como el comerciante acepta sonriente estos obsequios, y no puede evitar llorar.