Dormir o dormitar más y cambios en la tonalidad de la piel, pueden dar señales cuando un ser querido se acerca a la muerte.
Si bien es cierto que las señalas pueden ser un desafío mental y emocional para la familia del enfermo, también resulta útil detectarlas en el periodo previa al fallecimiento para ayudar a que el ser querido se sienta más cómodo.
De acuerdo con el sitio de medicina Web MD, algunos de los indicios no fueron sorprendentes, como una tendencia a descansar más, otros fueron menos obvios, como que la piel de sus rodillas, pies y manos se volvieron de un color púrpura azulado negro.
Otra de las señales es que es posible que se aíslen y ya no disfruten de las cosas que normalmente les darían placer. Además de que el enfermo puede comer o beber menos de lo habitual.
Sin embargo, existe una diferencia en cuanto a edad, pues mientras que las personas mayores tienden a hablar menos durante este proceso, un niño puede hacer lo contrario y hablar mucho más.
Algunos otros síntomas comunes son:
La persona que se encuentra en los últimos días de su vida puede tener un mayor nivel de dolor corporal, así como un cambio en la presión arterial, la respiración y la frecuencia cardíaca.
A nivel mental, pueden sentir confusión, o parecer estar aturdidos y con alucinaciones.
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Otro de los signos se da en los pies, una zona donde puede ocurrir un cambio revelador de color de piel.
Expertos aconsejan que no es necesario preocuparse por cuándo es el momento adecuado para decir adiós.
"Algunas personas empeoran más rápido de lo esperado. Entonces, si hay algo que desea decirle a su familiar o amigo, es importante que lo diga. Quizás quieras pedirle a otros familiares o amigos que visiten o se despidan de tu ser querido. O quizás quieras hacer arreglos para que un líder religioso o espiritual lo visite. No todos quieren hacer esto, y eso también está bien".
GB