Seguramente, has escuchado que los perros son los mejores amigos del hombre, esto debido a la lealtad y el cariño incondicional que brindan. Un caso que se volvió muy popular en todo el mundo y que pasó a la historia es el de Hachiko, el perro que esperó 10 años a su dueño, luego de que este muriera.
Todo comenzó en 1924 cuando Hidesaburo Ueno, quien era un agrónomo que impartía clases en la Universidad de Tokio, encontró al pequeño Hachi cuando tenía tan sólo unos meses de nacido. Con el tiempo, se hicieron inseparables, a tal grado que el animalito lo acompañaba todas las mañanas al tren de Shibuya. Cuando el maestro regresaba a casa, ahí estaba Hachi, esperándolo.
La amistad de Hachiko y Hidesaburo siguió creciendo con el tiempo, sin embargo, la vida del animalito dio un giro de 180 grados luego de que su fiel compañero perdiera la vida el 21 de mayo de 1925.
Ueno sufrió una hemorragia cerebral. Mientras tanto, Hachiko lo esperaba, como todos los días, a las afueras de la estación, pero, lamentablemente, nunca pudo volver a ver a su dueño.
La lealtad de Hachiko lo hizo esperar a su dueño 10 años
Las personas que utilizaban el tren, se percataban de la presencia de Hachiko, quien, durante 10 años, hasta el 8 de marzo de 1935, se mantenía a las afueras de la estación con la esperanza de que Hidesaburo apareciera.
Fue tanto el reconocimiento que recibió, que su cuerpo disecado terminó en el Museo de Ciencias Naturales de Tokio. Además, en abril de 1934, se realizó una estatua en honor del fiel amigo Hachiko.
Cabe señalar que la historia de Hachiko inspiró a los creadores de la película “Siempre juntos”, protagonizada por el actor Richard Gere, la cual fue lanzada en marzo de 2010.
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