¡El amor sí existe! Heather Krueger y Chris Dempsey se casaron después de que él decidió donarle su hígado. Se trata de una historia poco común ya que Chris le donó su órgano, pero también hizo una colecta para conseguir dinero y comprar sus medicamentos aunque no se conocían... A cambios de esto, él no pidió NADA.
A Heather le diagnosticaron una enfermedad hepática y sólo le quedaba un año de vida si no encontraba un donante compatible.
La familia de ella buscó al donante. Uno de sus primos en su trabajo platicó la historia de Heather y uno de los compañeros de él -del primo de Heather- se conmovió con la historia y empezó con los estudios para conocer si era compatible, pero pidió prudencia y esperar a que los resultados fueran aprobados para convertirse en el donante para Heather.
Tras conocer el resultado le dijo al primo de Heather que le donaría el órgano a cambio de nada.
El Clarín compartió la reacción que tuvo la joven al saber que encontraron al donante que le salvaría la vida.
"Me llamó un día y me dijo: ‘Las pruebas salieron bien. Vamos a hacer esto. Soy tu donante’. Simplemente no lo podía creer. Fue maravilloso".
Chris, además de donar su hígado, emprendió una colecta con un grupo de amigos motociclistas para obtener recursos y comprar los medicamentos de ella, los cuales eran muy costosos.
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Después de la cirugía
Después de los análisis de laboratorio, los médicos extirparon el 55 por ciento del hígado de Chris y se lo colocaron a Heather en el Hospital de la Universidad de Illinois, en un operación que tuvo duración de 8 horas y que ocurrió en el año 2015.
Luego vino la recuperación, se percataron de los gustos en común que tenían, de la complicidad que guardaban y más tarde se dieron cuenta de que se necesitaban, ¡se habían enamorado! pero ningúno lo confesó hasta ese momento.
Un día Chris la invitó a cenar al Edificio Hancock, lugar desde el que se puede ver Chicago y el lago Michigan.
Bajo la luz tenue de las velas y la música, él le pidió que se casaran y ella no dudo ni un momento en decirle que sí.
"Si no fuera por él, yo no habría llegado a Navidad. Es una persona desinteresada, valiente. Estaba perfectamente sano y me donó su hígado sin conocerme", dijo Heather. Hasta ahí, parecería un sí por obligación hacia el gesto de él. Pero no. Es amor.
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La pareja tiene su residencia en Frankfort, Illinois, Estados Unidos y, aunque en el lugar en el que habitan tiene menos de 18 mil habitantes no se conocían sino hasta el año 2014.