Ganarse la lotería es quizá el sueño de miles de personas, pues ser acreedor a millones de pesos de la noche a la mañana resolvería no sólo la situación económica del ganador, sino también la de toda su familia, pero todo parece indicar que ésto podría no ser una buena noticia para todo el mundo.
Así ocurrió con el señor Li, quien fue acreedor a más de 200 millones de yuanes, lo que se traduce en aproximadamente 30 millones de dólares, algo que le generó insomnio durante la noche previa a recibir el premio.
Durante la noche en la que no pudo dormir, Li pensó en una forma de pasar desapercibido y no ser reconocido por sus amigos y familiares, pues no quiere que sus seres queridos abandonen sus sueños y aspiraciones, creyéndose superiores a los demás por tener mucho dinero.
“No se lo he dicho a mi esposa ni a mi hijo. Me preocupa que se sientan superiores a otras personas y no trabajen ni estudien mucho en el futuro”, dijo.
Fue así, que el día de la entrega del premio, el señor Li acudió con una botarga amarilla bastante divertida, la cual, como lo tenía planeado, logró que su familia ignorara completamente que ahora eran millonarios.
El hombre aseguró que con anterioridad ya había jugado más números de la lotería como parte de un pasatiempo, algo que su familia no tomó mucha importancia, pues únicamente había sido acreedor a cantidades pequeñas.
“Considero que comprar la lotería es un pasatiempo y a mi familia no le importa. Además, no gasto mucho dinero en ello y la lotería me da un rayo de esperanza”, concluyó Li.
El caso del señor Li se hizo tan viral, que hoy en día, pese a sus esfuerzos por mantener su identidad privada, ahora todos conocen su historia, misma que a pesar de lo descabellada que pueda sonar, es una más de las miles que siguen presentándose con frecuencia en China.
KM