Un grupo de hombres armados robaron un vehículo que se encontraba estacionado, sin embargo, cuando arrancaron, a los pocos metros se dieron cuenta de que había una bebé atada a un asiento trasero, por lo que la sacaron y la arrojaron a la calle para después escapar.
Esto sucedió en Villa Luzuriaga, en la provincia de Buenos Aires, Argentina, a las 22:30 del 2 de enero. La familia había llegado a su casa en la esquina de Garibaldi y Alicante, a bordo de un coche Peugeot en color gris. Lorena, con sus dos hijos de 11 y 8 años, así como su bebé de tres meses, Briana, estaban en el carro.
En el momento en que fueron asaltados por cuatro delincuentes que llegaron en otro vehículo, los amenazaron con armas de fuego para que bajaran del coche. Lorena accedió y empezó a bajar a sus hijos mayores, pero todavía faltaba la bebé, y los asaltantes no se dieron cuenta.
Cuando la mujer empezó a gritar, uno de los ladrones se dio cuenta de que en los asientos traseros había una pequeña sentada en un portabebés, por lo que el automóvil se detuvo, el hombre abrió la puerta, sacó a la bebé y la tiró al suelo con todo y su asiento.
“Fue de terror, muy rápido, y sólo recordarlo me estremece”, dijo Lorena a los medios, quien confirmó que todavía estaba asustada por lo que sucedió. Comentó que se bajó del carro e iba entrando a su casa cuando fue asaltada.
“El ladrón me dice ‘dame el auto’, y lo que quiero es que bajen a las dos nenas. Cuando una baja queda la bebé, salgo gritando y salen los vecinos a ayudar (…) Mis otros dos hijos ya estaban abajo y mi nene estaba entrando al gato. Yo sólo gritaba por mi bebita que había quedado en la parte trasera. El auto no me importaba, sólo quería que bajaran a la beba”, explicó Lorena.
Como la pequeña estaba tranquila, no lloró, y los ladrones tardaron un instante en percatarse de que ella se encontraba a bordo. Aparentemente, la pequeña no se lastimó al ser arrojada al suelo, ya que estaba atada al portabebés. Lorena corrió para evitar que la bebé se cayera aun así: “Me vuelve el alma al cuerpo cuando me la bajan”.
De acuerdo a los vecinos, el barrio en donde Lorena vive es inseguro y este tipo de robos es común.
Lorena dijo que su hijo de ocho años la pasó muy mal, ya que le apuntaron con una pistola en la cara. “Yo quedé con miedo, no tengo ganas de pisar la calle, tengo que tener varios ojos antes de salir de casa”, mencionó.
AA