Joven se inyecta bótox por las migrañas y termina ciega de un ojo

La influencer Shana Oakley habló de la desagradable experiencia que sufrió al inyectarse bótox con un neurólogo.

Influencer queda ciega tras inyectarse bótox con un neurólogo
México /

Shana Oakley, una usuaria e influencer en Tik Tok compartió la desagradable experiencia que sufrió al experimentar con las inyecciones de bótox, puesto que al hacerlo, terminó quedándose ciega por un considerable periodo de tiempo.

Hoy en día, es más recurrente que las personas recurran al bótox con fines estéticos o médicos, puesto que se puede usar para combatir las arrugas o bien, para tratar migrañas crónicas o bruxismo, entre otros padecimientos, y aunque normalmente los resultados son favorables, a esta influencer le tocó llevarse un decepcionante resultado.


Por su edad, naturalmente, la intención de Shana no era contrarrestar algún efecto de la edad, sino que había asistido con un neurólogo en el mes de enero, con el fin de tratarse las migrañas.

Lamentablemente, el proceso tuvo un fallo inesperado y le provocó ptsosi, una caída del párpado superior que la dejó ciega de un ojo durante un mes. Durante este tiempo, apenas podía abrir su ojo.


De momento, Shana no sabe concretamente qué fue lo que ocurrió mal en el procedimiento, pero considera que el neurólogo que la trató, probablemente, al no estar acostumbrado a inyectarse bótox, ocasionó que este procedimiento fuera mal hecho. Y es que, previamente Shana ya tenía experiencia inyectándose bótox, sin haber presentado problema alguno en ese entonces.

“Pensé que los neurólogos serían más seguros. Pero no importa el nivel de formación que tengan, solo importa la frecuencia con la que inyectan a la gente. Los esteticistas lo hacen con mayor frecuencia que los neurólogos", señaló Shana.

Por lo menos, a pesar de esta mala experiencia, Shana tomó las cosas con humor, y en redes sociales ha bromeado sobre su aspecto que, según dice, parece de “villana de videojuego”.

Con el paso del tiempo, el ojo de Shana volvió a la normalidad, por lo que recuperó la vista y su párpado volvió a su lugar. Además, se llevó una enseñanza que jamás olvidará: no ir al neurólogo a inyectarse bótox.

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