La influencer de origen regiomontano, Jessica Fernández García, quién es conocida en el mundo de Internet por su podcast “Más Allá del Rosa”, ha sido señalada y “cancelada” tras su viaje a Ruanda, en África Oriental, donde se reunió con mujeres sobrevivientes del genocidio tutsi en el año de 1994.
Fernández García fue invitada al Congreso Women Deliver Conference en África, uniéndose a organizaciones de mujeres de todo el mundo, incluyendo la fundación Duhozanye, para víctimas de la violencia en Ruanda.
- Tendencias
En aquel lugar, la influencer aparentemente pretendía visibilizar las historias de mujeres en dicho contexto de violencia y desigualdad, sin embargo, fue acusada por usuarios de Internet de explotar los casos con fines lucrativos e incluso fue señalada de querer enfocar el contenido en si misma, como “salvadora blanca”. Esto tras una serie de fotografías compartidas en sus redes sociales donde se le ve rodeada de mujeres sobrevivientes en Ruanda.
Ante la polémica, la regiomontana lanzó un breve comunicado en sus redes sociales admitiendo que la selección de fotografías de su experiencia en el país africano pudo haberse tomado mal, por lo que pidió disculpas a las personas que se haya sentido ofendidas y aclaró que no tuvo la intención de dar un mensaje equivocado.
“En los últimos días he recibido muchos señalamientos y cuestionamientos por unas fotografías que compartí por aquí mismo grabando con mujeres en Ruanda.
“Escuchando lo que me cuestionan y entendiendo el contexto desde donde se dice, puedo entender que la selección de fotos que compartí no fue la adecuada y lamento bastante eso. Me disculpo con cualquier persona a la que haya ofendido. Jamás fue mi intención y a partir de hoy haré lo que tenga a mi alcance para mejorar.
"Desgraciadamente esta mala selección causó que se desviara por completo la verdadera intención y se tergiversó lo que en realidad sucedió en ese encuentro que tuve el honor de presenciar”, se lee en la publicación de Jessica Fernández.
Mujeres en redes sociales difundieron videos en donde se puede ver a Jessica vestida para Halloween de “mujer negra”, lo cual es denominado como blackface, una práctica racista que nació con el uso de maquillaje teatral por parte de personas blancas caricaturizando a una persona negra.
Generalmente esta práctica se asocia con la intención de minimizar la lucha histórica de las personas negras de recibir un trato igualitario a las personas blancas en diversos sectores o territorios donde se les ha degradado por su color de piel.
Algunas otras usuarias de redes sociales continuaron la polémica ligando lo ocurrido con Jessica Fernández a lo que en algún punto han hecho celebridades como la Princesa Diana de Gales, Paris Hilton y las hermanas Kardashian fotografiándose con personas negras en países subdesarrollados o en vías de desarrollo, lo cual señalan, tiende a verse como imponer una posición de superioridad ante sociedades que han sido históricamente desfavorecidas.
En su podcast, la regiomontana Jessica Fernández ha tocado diversos temas de relevancia social como la trata de personas, la prostitución, los desafíos de las mujeres en distintos ámbitos de la vida, teniendo a invitadas como la activista Kenya Cuevas, la empresaria Marisa Lazo, y la atleta paralímpica, Brenda Osnaya.
¿Qué es el Síndrome del Salvador Blanco que se puede ver en figuras públicas?
En un contexto de interconexión humana propiciado por el Internet y en concreto las redes sociales, surgen fenómenos socioculturales que deben ser objeto de una profunda reflexión.
Uno de estos conceptos es el denominado "Síndrome del Salvador Blanco", un término que ilumina una dinámica compleja en la que individuos de origen occidental pueden sentirse compelidos a participar en situaciones o causas en otras partes del mundo. Estas acciones, a menudo impulsadas por buenas intenciones, pueden ser interpretadas de manera errónea por las comunidades locales.
El "Síndrome del Salvador Blanco" describe la actitud de algunas personas, generalmente provenientes de países desarrollados, que se involucran en proyectos o acciones en naciones en desarrollo con la intención de brindar ayuda o "salvar" a las poblaciones locales.
Aunque esta motivación puede ser auténtica y nacer de la empatía, el término señala una serie de problemáticas inherentes a esta dinámica.
Uno de los aspectos centrales del "Síndrome del Salvador Blanco" es la noción de que aquellos que lo experimentan pueden subestimar la agencia y el conocimiento de las comunidades locales, adoptando un rol dominante en vez de colaborar en conjunto con ellos.
Esta actitud puede propiciar relaciones de poder desequilibradas y perpetuar la concepción de que los individuos occidentales comprenden mejor lo que es óptimo para las poblaciones locales. Otro aspecto relevante es cómo estas acciones son percibidas por las comunidades receptoras.
A pesar de las intenciones benevolentes, los comportamientos del "salvador blanco" pueden ser interpretados como paternalistas o condescendientes, originando desconfianza y rechazo en lugar de empoderar a las comunidades a las que se busca asistir.
Es fundamental destacar que el síndrome no está exento de sutilezas ni de casos en los que la colaboración sincera y respetuosa trae consigo beneficios reales. Sin embargo, este concepto nos recuerda la importancia de adoptar un enfoque sensible y empático al involucrarnos en causas ajenas, reconociendo la importancia del diálogo y la cooperación en un marco de igualdad.
cog