AUSTRALIA. -Australia atraviesa una ola de calor sin precedentes que entre otras cosas, ha ocasionado devastadores incendios forestales.
Tal escenario ha desencadenado una sequía que afecta principalmente a los animales de la región, como los canguros y los Koalas que han tenido que adoptar medidas desesperadas para poder sobrevivir.
Tal fue el caso de un pequeño Koala que se encontraba cerca de una carretera, y que no dudó en detener a un grupo de ciclistas para "pedir agua".
Según relató una de las deportistas que se detuvo en el camino para ayudar al animal, por medio de sus redes sociales, el marsupial los observaba desde las orillas de la carretera. Al ver que se detenían, el animal inmediatamente fue a su encuentro.
Según la mujer, de nombre Lulu, al ver que el animal caminaba "muy rápido para un koala" se apresuró a sacar su botella de agua, y en cuanto vertió las primeras gotas para mostrarle el líquido, el pequeño entendió que lo ayudarían y montó inmediatamente en la bicicleta, para poder beber mejor.
Asimismo, mientras le daba agua, la ciclista aprovechó para acariciar al marsupial, mientras éste saciaba su sed.
Lo más, impresionante, según relató la mujer, fue que, al terminar de beber, el koala no partió de inmediato, sino que se dejó hacer mimos un rato para después alejarse caminando "mucho más relajado".
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AUSTRALIA. -Australia atraviesa una ola de calor sin precedentes que entre otras cosas, ha ocasionado devastadores incendios forestales.
Tal escenario ha desencadenado una sequía que afecta principalmente a los animales de la región, como los canguros y los Koalas que han tenido que adoptar medidas desesperadas para poder sobrevivir.
Tal fue el caso de un pequeño Koala que se encontraba cerca de una carretera, y que no dudó en detener a un grupo de ciclistas para "pedir agua".
Según relató una de las deportistas que se detuvo en el camino para ayudar al animal, por medio de sus redes sociales, el marsupial los observaba desde las orillas de la carretera. Al ver que se detenían, el animal inmediatamente fue a su encuentro.
Según la mujer, de nombre Lulu, al ver que el animal caminaba "muy rápido para un koala" se apresuró a sacar su botella de agua, y en cuanto vertió las primeras gotas para mostrarle el líquido, el pequeño entendió que lo ayudarían y montó inmediatamente en la bicicleta, para poder beber mejor.
Asimismo, mientras le daba agua, la ciclista aprovechó para acariciar al marsupial, mientras éste saciaba su sed.
Lo más, impresionante, según relató la mujer, fue que, al terminar de beber, el koala no partió de inmediato, sino que se dejó hacer mimos un rato para después alejarse caminando "mucho más relajado".