Los cementerios son lugares que guardan no solo aterradoras historias, sino también algunas curiosas creencias que son compartidas por la gente.
Una de las más famosas historias de cementerios de Francia se encuentra en Père-Lachaise, un cementerio construido por Napoleón Bonaparte.
En dicho cementerio se encuentra una peculiar estatua de Victor Noir, quien en vida era llamado Yvan Salmon, un periodista de renombre del siglo XIX.
La muerte de Victor Noir
El periodista se hizo del nombre de Victor Noir al inicio de su carrera en el periódico 'La Marsellaise'
Durante 1869, el editor del diario, Paschal Grousset escribió un artículo en contra de Napoleón I, quie había muerto en 1821. No parecía haber mayor revuelo sobre el artículo, sin embargo, el texto llegó hasta las manos de Pierre-Napoleón Bonaparte, sobrino del emperador, quien no titubeó en escribir una carta al editor que decía lo siguiente:
“Después de haber ultrajado a cada uno de los míos, me insultáis con la pluma de uno de vuestros sirvientes. Tiene que llegar mi turno. Solamente tengo una ventaja sobre los otros con mi nombre, y ésta es ser un hombre particular, ser un Bonaparte… Por eso os pregunto si vuestro tintero está asegurado por vuestro pecho… Yo vivo, no en un palacio, sino en el 59 de la calle Auteuil. Os prometo que si os presentáis vos mismo, no os dirán que me marché”.
Grousset respondió con una carta retando a duelo al sobrino de Bonaparte. Victor Noir sería el encargado de hablar con él y poner las condiciones del duelo.
El príncipe recibió al joven periodista de tan solo 22 años. Inmediatamente le comunicó que no aceptaría el reto y sacó un revólver para terminar con la vida de Victor.
Miles de personas acudieron al funeral del periodista, pues fue un evento que desencadenó una serie de protestas por su asesinato y la consecuente petición de su absolución.
El misterio de la estatua de Victor Noir
Fue en el año de 1889 que la tumba de Victor se movió al cementerio de Père-Lachaise, lugar donde fue colocada una estatua de bronce en tamaño real por su familia.
Al posar la estatua en la tumba, la gente se percató de un detalle: el escultor moldeó un pene grande que se percibía levantado en la entrepierna.
Con el paso de los años, corrió el rumor de que la estatua tenía poderes milagrosos, pero solo para las mujeres.
Se contaba que si se colocaba una flor en su sombre, además de darle un beso en la boca y frotar su entrepierna, la mujer que lo hiciera tendría una vida sexual llena de grandes placeres, además de aumentar su fertilidad y conseguir un marido en menos de un año.
En el año 2004 se levantó una cerca para evitar que más mujeres hicieran este extraño ritual con la estatua. Esta cerca no duró mucho tiempo, pues por la gran cantidad de mujeres que visitaban la tumba se optó por retirarla.
Actualmente la estatua luce desgastada de la bragueta, los labios, barbilla y nariz debido a que siguen llegando mujeres a frotar esta escultura de Victor Noir.
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