La infidelidad hace referencia a la ruptura de la confianza y el compromiso mutuo establecido en una relación romántica a través de la participación en una relación íntima o emocional con alguien fuera de la pareja principal. Se trata de un concepto complejo que puede manifestarse de diversas formas y tiene implicaciones significativas para la dinámica de la relación.
Es importante mencionar que, a partir de una infidelidad, la confianza en la pareja se ve gravemente afectada, lo que puede llevar a una crisis en la relación. Además, la persona engañada puede experimentar dolor, celos, tristeza y desconfianza.
Por otra parte, la infidelidad puede complicar la comunicación y hacer que resolver los problemas se vuelva más difícil.
Aunado a lo anterior, las parejas pueden enfrentar la decisión de continuar la relación y trabajar en la reconstrucción de la confianza, o bien optar por la separación.
¿Se puede perdonar la infidelidad?
De acuerdo con la sexóloga Jessica Casillas, quien brindó una entrevista para el podcast Aquí te lo explica, es sumamente difícil perdonar una infidelidad, incluso, señaló que un muy bajo porcentaje de las personas que fueron engañadas logran sanar a partir de la traición de su pareja.
“Yo creo que el porcentaje sería el 2, 3 por ciento. Siempre existe y existirá en la mente de la persona, aunque no lo hable”, detalló.
¿La fidelidad existe?
El psicólogo y terapeuta estadounidense Esther Perel ha argumentado que la fidelidad en una pareja no existe. En su libro "The State of Affairs: Rethinking Infidelity", Perel explora la complejidad de la infidelidad y cuestiona las nociones tradicionales sobre la fidelidad en las relaciones de pareja.
El autor aborda la infidelidad desde una perspectiva psicológica y cultural, argumentando que la fidelidad absoluta es una expectativa moderna que no necesariamente se alinea con la realidad de las relaciones humanas. Además, sugiere que la fidelidad puede ser entendida de manera más flexible y matizada.
Según Perel, el concepto de fidelidad no siempre implica exclusividad absoluta. En lugar de ver la fidelidad como una norma rígida, ella propone que puede ser vista como un compromiso profundo de atención y cuidado en la relación.
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El autor argumenta que las expectativas de fidelidad han cambiado a lo largo del tiempo y varían entre diferentes culturas y contextos históricos. Ella sugiere que la visión moderna de la fidelidad, que a menudo enfatiza la exclusividad sexual y emocional, puede no ser realista ni adecuada para todas las parejas.
En lugar de ver la infidelidad únicamente como una traición, Perel explora cómo puede ser una manifestación de insatisfacción dentro de la relación, y cómo puede ofrecer oportunidades para la reflexión y el crecimiento.