Santos Laguna ha tenido a lo largo de su existencia, ciertas remontadas históricas que cimbran aún los recuerdos de muchos aficionados santistas. Hoy recordamos un partidazo lleno de pasión, un empate de esos que saben a una verdadera victoria. La fecha fue 20 de septiembre del 2003, se disputaba la jornada 8 del Torneo Apertura y el clima era gris, lluvioso, pero en la tribuna la afición colmaba las gradas.
El entrenador de Santos era Luis Fernanado Tena y de los Rayados Daniel Pasarella, que tenía de auxiliar a Alejandro Sabella quien unos años después se convertiría en el entrenador de la Selcción Argentina.
En un juego de varias volteretas, llegó un momento mediante el cuál, los Rayados iban adelante en el marcador por 5-2, la reacción de los santistas se dió a partir del minuto 75 cuando por medio de un autogol, los guerreros se acercaron a los de la Sultana del Norte.
La afición ubicada en el sector de sombra sur, justo detrás de la banca local, le gritaban a 'El flaco' Tena que metiera a el muchacho rubio que había llegado apenas dos meses atrás y que lleva por nombre Vicente José Matías Vuoso.
Justo unos minutos después, ya en la agonía del encuentro y para el beneplácito del respetable, ingresó a la cancha el desconocido refuerzo proveniente de Inglaterra, que llamaba la atención por su larga cabellera dorada, rememorando a los más románticos, a la melena del 'Ruso' Adomaitis.
Minuto 92, por la banda derecha Rodrigo 'El pony' Ruiz cobraba de tiro libre, un centro que remató con furia y donde practicamente 'fusiló' al arquero de Monterrey. Matias Vuoso inmediatamente corrió a festejar al sector donde la gente pedía su ingreso, agradeciendoles tímidamente sin presagiar que se convertiría en un referente histórico para el club de La Laguna.