La ciencia y los gobiernos durante muchos años han realizado campañas para alertar a la humanidad sobre el daño que hace el consumo excesivo de las bebidas azucaradas, sin embargo, cuando se vuelve una adicción, dejar de ingerir este tipo de líquidos es muy complicado, tal es el caso de Andy Currie, quien es un hombre originario de Gales que durante 20 años de su vida consumió 30 latas de refresco al día.
No era solo la gran cantidad que gastaba en su adicción, más de 8 mil 600 dólares al año, sino el desgaste físico que estaba sufriendo por el consumo excesivo de la bebida lo que motivó a Andy a cambiar drásticamente su estilo de vida.
Con la ayuda de un hipnotizador, Currie asegura que ahora está finalmente curado.
De acuerdo a los cálculos, Andy consumió 219 mil latas de refresco, lo que equivale a siete millones de terrones de azúcar desde que empezó a tomarlo a los 20 años.
“Siempre me ha gustado el sabor de un refresco frío, nada podía vencerlo y simplemente me enganché”, comentó en una entrevista para South West News Service.
Andy fue diagnosticado con prediabetes y también estaba en riesgo de padecer una enfermedad cardíaca y posiblemente cáncer de páncreas.
Currie bajó 12 kilos luego de haberse someto a una rígida dieta y comenzó a hacer ejercicio, sin embargo, no podía dejar su adicción por el refresco.
En un momento de su lucha por dejar este mal hábito, Andy y su esposa contactaron al hipnotizador David Kilmurry, quien determinó que tenía un transtorno de ingesta de alimentos por evitación/restricción.
Durante 40 minutos, David hipnotizó a Currie en una videoconferencia y con esto, Andy dice que dejó de tener ansiedad por consumir refresco luego de una sola sesión, por lo que ahora tiene un poco de tiempo sin ingerir esta bebida y en su lugar prefiere tomar agua, asegurando que no planea volver a su viejo estilo de vida.