El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México transporta a diario a millones de pasajeros, por ello aunque cuenta con personal de limpieza tanto en estaciones como vagones, la permanencia de microbios en los asientos y tubos es inevitable.
Dulce Díaz, bióloga de profesión, realizó un experimento en las instalaciones de la línea 7 del sistema, el cual compartió a través de TikTok. La pregunta que le dio origen al ejercicio fue: ¿Qué lugar del Metro es el más sucio?
El experimento consistió en tomar muestras con hisopos estériles de las zonas o lugares más comunes con los que nuestras manos entran en contacto, por ejemplo, torniquetes, barandales, tubos, asientos y la máquina para recargar la tarjeta de movilidad.
El proceso inició con la esterilización del material con el que tomarían las muestras en una olla exprés, posteriormente acudió a las instalaciones del Metro y con los hisopos raspó las superficies. Por último, vació el caldo de cultivo en cajas petri esterilizadas y sembró las muestras para que se adhirieran a los frascos.
Originalmente el experimento salió mal, ya que a la semana de sembradas las muestras con microbios, ninguna se cultivó por fallas en el proceso. Por ello, en su segundo intento tuvieron aún más cuidados para garantizar en medida de lo posible la fidelidad del ejercicio y los resultados.
Tras una semana de espera en esta ocasión sí consiguió éxito, desglosamos los resultados a continuación:
- En el tubo de la puerta la presencia de microbios parece inexistente, ya que no creció nada en los 7 días de reposo.
- Al momento de realizar la prueba en la cinta de las escaleras eléctricas, el hisopo quedó completamente sucio; sin embargo, apenas logró crecer una microcolonia de lo que Dulce considera son bacterias.
- Por otro lado, en los torniquetes se generaron hongos, identificables por su característica esponjosa.
- En la máquina de recarga de tarjetas creció una colonia de hongos más grande que la de los torniquetes, además de una mini colonia de bacterias.
- Por último, el tubo horizontal presentó una gran variedad de colonias entre bacterias y hongos. A simple vista Dulce identificó siete, no obstante, para determinar con exactitud el número de colonias se deben realizar diversos estudios de laboratorio, por lo que concluyó “hay una porquería enorme”.
Recordó que este es un experimento casero y los resultados pueden verse afectados por la variables del día a día, como la cantidad de personas que fueron transportados ese día por el vagón, las condiciones de salud de las personas, etc.
Tras este curioso experimento se determinó que el lugar más seguro para agarrarse en el Metro de la Ciudad de México son los tubos laterales a las puertas de cada vagón.
FM