MÉXICO.- Según narra la historia oficial mexicana, la fundación de México-Tenochtitlán pudo haber ocurrido el 17 de julio de 1325, aunque otros ubicam el acontecimiento el día 13 de marzo de ese mismo año, cuando los pobladores de Aztlán se encontraron con el águila parada sobre un nopal devorando una serpiente, tal como lo había augurado su dios Huitzilopochtli; sin embargo, científicos e investigadores sugieren que esta historia pudo nunca haber ocurrido debido a la ausencia de documentos prehispánicos o vestigios que así lo sustenten.
A pesar de la falta de evidencia que sustente el mito, la fecha se sigue enseñando en las escuelas como un hecho, además diversas instituciones como la SEP la reconocen como tal.
Pero entonces ¿cuándo se fundó realmente la ciudad prehispánica más importante y poderosa? Aquí te contamos lo que dicen algunos especialistas.
El arqueólogo Leonardo López Luján asegura que el acontecimiento narrado en las fuentes documentales y las pictografías del siglo XVI son simplemente de carácter mítico.
Dice a MILENIO que “la serie de signos que revelaron a los mexicas el lugar donde supuestamente deberían asentarse corresponden perfectamente con la cosmovisión de este pueblo y con la manera en que suponían que se manifestaban las divinidades.
Las narraciones insisten en enumerar una serie de milagros y portentos que nada tienen que ver con la realidad histórica”, expresó.
El autor del libro Las ofrendas del Templo Mayor de Tenochtitlán aclara que las fuentes del siglo XVI registran diversas fechas de fundación, muchas de ellas con un claro carácter simbólico y que tienen entre sí años de diferencia y que solo una ubica la fecha el 13 de marzo de 1325, la Crónica Mexicáyotl, escrita en náhuatl por Hernando de Alvarado Tezozómoc y Alonso Franco.
“Algunos autores explican lo anterior por el uso simultáneo en el centro de México de varios calendarios, en tanto que otros subrayan cómo un mismo acontecimiento mítico tiene efecto en fechas distintas, dependiendo de la tradición religiosa con la que se vincula el documento donde quedó registrado. Habrá que tomar como verdaderas las fechas en que suceden milagros”, agregó.
El arqueólogo afirma que no existe vestigio alguno en el Templo Mayor que dé cuenta del mito de la fundación de Tenochtitlán. “En las fuentes se menciona que en el lugar de la hierofanía —que es el acto de manifestación de lo sagrado— fue construido un humilde montículo de tierra que, con el paso del tiempo, dio lugar al Templo Mayor.
Los arqueólogos no hemos encontrado indicios de dicho montículo”, subraya.
Debate entre los historiadores
María Castañeda del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM y Rodrigo Martínez, de la dirección de Estudios Históricos del INAH coinciden en que, si el mito fundacional ocurrió de verdad, es difícil establecer una fecha debido a que en las civilizaciones prehispánicas no hubo una cronología unificada, sino que cada pueblo tenía sus propias temporalidades como una parte un componente de su propia identidad étnica y de su relación con sus dioses.
Martínez invitó a no reproducir el discurso oficial mexicano, que reprodujeron los historiadores liberales el siglo XIX, cuando hay una multiplicidad de fuentes históricas. “La historia oficial viene de los tenochcas porque en el Códice se muestra la fundación de Tenochtitlán”, expresó.
Al analizar el códice Mendoza, la doctora María Castañeda planteó que tiene errores sí como dos fechas una de 1324 y otra de 1325: “a mí lo que me resulta muy importante es la información que se le vaya a dar a la gente.
Además hay que considerar que cuando llegan los españoles empiezan a contar de manera lineal hacia atrás siguiendo el modelo occidental.
Otro de los códices para consultar es el Mexicanos, uno de los documentos más tempranos de Tenochtitlan, porque la Tira de la Peregrinación no registra la fundación de Tenochtitlan, se corta esa historia”.
Matos Moctezuma, quien ha estudiado los vestigios del Templo Mayor, el centro ceremonial de los Mexicas, tampoco tuvo una respuesta sobre la fecha fundacional, y puso el tema sobre la mesa de que realmente no se sabe, “ni se puede comprobar que hubiera sucedido que un águila se posó en un nopal, obviamente, eso tampoco podemos asumirlo como un hecho histórico de la misma manera en que hablamos de la firma de la Constitución, por ejemplo”.
Patricio Johansson, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, planteó que el origen de la palabra México viene de Mexcon, que significa “ojo de agua”, y hubo quien le debatió, pero tampoco se llegaron a un acuerdo.
Luis Humberto Barjau, del Consejo Honorario de la Memoria Histórica y Cultural de México, manifestó que le parece muy legítimo buscar la precisión de la fundación de la ciudad. “Efectivamente las fuentes indígenas mayoritarias señalan el año de 1325.
No tiene sentido estar en nombre de la erudición buscando variantes a los nombres y a las fechas sino que hay que tomar conciencia y repito es muy importante para nosotros y para el mundo también la precisión de la fecha de la fundación de la ciudad”, puntualizó.
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MÉXICO.- Según narra la historia oficial mexicana, la fundación de México-Tenochtitlán pudo haber ocurrido el 17 de julio de 1325, aunque otros ubicam el acontecimiento el día 13 de marzo de ese mismo año, cuando los pobladores de Aztlán se encontraron con el águila parada sobre un nopal devorando una serpiente, tal como lo había augurado su dios Huitzilopochtli; sin embargo, científicos e investigadores sugieren que esta historia pudo nunca haber ocurrido debido a la ausencia de documentos prehispánicos o vestigios que así lo sustenten.
A pesar de la falta de evidencia que sustente el mito, la fecha se sigue enseñando en las escuelas como un hecho, además diversas instituciones como la SEP la reconocen como tal.
Pero entonces ¿cuándo se fundó realmente la ciudad prehispánica más importante y poderosa? Aquí te contamos lo que dicen algunos especialistas.
El arqueólogo Leonardo López Luján asegura que el acontecimiento narrado en las fuentes documentales y las pictografías del siglo XVI son simplemente de carácter mítico.
Dice a MILENIO que “la serie de signos que revelaron a los mexicas el lugar donde supuestamente deberían asentarse corresponden perfectamente con la cosmovisión de este pueblo y con la manera en que suponían que se manifestaban las divinidades.
Las narraciones insisten en enumerar una serie de milagros y portentos que nada tienen que ver con la realidad histórica”, expresó.
El autor del libro Las ofrendas del Templo Mayor de Tenochtitlán aclara que las fuentes del siglo XVI registran diversas fechas de fundación, muchas de ellas con un claro carácter simbólico y que tienen entre sí años de diferencia y que solo una ubica la fecha el 13 de marzo de 1325, la Crónica Mexicáyotl, escrita en náhuatl por Hernando de Alvarado Tezozómoc y Alonso Franco.
“Algunos autores explican lo anterior por el uso simultáneo en el centro de México de varios calendarios, en tanto que otros subrayan cómo un mismo acontecimiento mítico tiene efecto en fechas distintas, dependiendo de la tradición religiosa con la que se vincula el documento donde quedó registrado. Habrá que tomar como verdaderas las fechas en que suceden milagros”, agregó.
El arqueólogo afirma que no existe vestigio alguno en el Templo Mayor que dé cuenta del mito de la fundación de Tenochtitlán. “En las fuentes se menciona que en el lugar de la hierofanía —que es el acto de manifestación de lo sagrado— fue construido un humilde montículo de tierra que, con el paso del tiempo, dio lugar al Templo Mayor.
Los arqueólogos no hemos encontrado indicios de dicho montículo”, subraya.
Debate entre los historiadores
María Castañeda del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM y Rodrigo Martínez, de la dirección de Estudios Históricos del INAH coinciden en que, si el mito fundacional ocurrió de verdad, es difícil establecer una fecha debido a que en las civilizaciones prehispánicas no hubo una cronología unificada, sino que cada pueblo tenía sus propias temporalidades como una parte un componente de su propia identidad étnica y de su relación con sus dioses.
Martínez invitó a no reproducir el discurso oficial mexicano, que reprodujeron los historiadores liberales el siglo XIX, cuando hay una multiplicidad de fuentes históricas. “La historia oficial viene de los tenochcas porque en el Códice se muestra la fundación de Tenochtitlán”, expresó.
Al analizar el códice Mendoza, la doctora María Castañeda planteó que tiene errores sí como dos fechas una de 1324 y otra de 1325: “a mí lo que me resulta muy importante es la información que se le vaya a dar a la gente.
Además hay que considerar que cuando llegan los españoles empiezan a contar de manera lineal hacia atrás siguiendo el modelo occidental.
Otro de los códices para consultar es el Mexicanos, uno de los documentos más tempranos de Tenochtitlan, porque la Tira de la Peregrinación no registra la fundación de Tenochtitlan, se corta esa historia”.
Matos Moctezuma, quien ha estudiado los vestigios del Templo Mayor, el centro ceremonial de los Mexicas, tampoco tuvo una respuesta sobre la fecha fundacional, y puso el tema sobre la mesa de que realmente no se sabe, “ni se puede comprobar que hubiera sucedido que un águila se posó en un nopal, obviamente, eso tampoco podemos asumirlo como un hecho histórico de la misma manera en que hablamos de la firma de la Constitución, por ejemplo”.
Patricio Johansson, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, planteó que el origen de la palabra México viene de Mexcon, que significa “ojo de agua”, y hubo quien le debatió, pero tampoco se llegaron a un acuerdo.
Luis Humberto Barjau, del Consejo Honorario de la Memoria Histórica y Cultural de México, manifestó que le parece muy legítimo buscar la precisión de la fundación de la ciudad. “Efectivamente las fuentes indígenas mayoritarias señalan el año de 1325.
No tiene sentido estar en nombre de la erudición buscando variantes a los nombres y a las fechas sino que hay que tomar conciencia y repito es muy importante para nosotros y para el mundo también la precisión de la fecha de la fundación de la ciudad”, puntualizó.
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