Una boda es un evento único e irrepetible con el que toda persona enamorada sueña con tener. Cuando este sueño se hace realidad, es probable que la novia busque que todo salga perfecto el día de la boda. Y aunque a veces las cosas no salen como se esperan, también llega el momento en el que las personas prefieren no concentrarse en lo negativo y disfrutar de su día especial.
Esta es la historia de Kayley Stead, una joven de Gales, que no dejó que su boda se viera arruinada, a pesar de que su novio no se presentó a la misma.
Así como lo lees, esta novia continuó con su boda a pesar de la ausencia del novio.
El día de su boda, Kayley se encontraba maquillándose cuando recibió una llamada en la que le informaron que su pareja había salido a dar un paseo y aun no regresaba. En estos momentos, la novia pensó que quizá la tensión de la boda lo había hecho querer salir a despejarse, pero ella aun confiaba en que él llegaría, pues en ocasiones el hombre solía tomar paseos para relajarse.
Sin embargo, poco más tarde, el padre del novio llamó para informar que este se encontraba bien, pero que no llegaría a la boda. Una de sus damas de honor atendió dicha llamada y le dio la noticia a Kayley.
La novia lloró durante una hora, sin embargo, poco después, comenzó a pensar en todo lo invertido en la boda y decidió secarse las lagrimas retocarse el maquillaje y llevar a cabo la fiesta que tanto estaba esperando.
Kayley señaló que no quería recordar con tristeza el día de su boda.
"Esa pesadilla se convirtió en un día del que siempre estaré orgullosa", contó la joven galesa. "Realmente puedo mirar hacia atrás y sonreír porque siempre me recordará que no necesito el amor de otra persona para ser feliz”.
Tras esto, las amigas de Kayley informaron a la gente que la boda se suspendía, pero la fiesta seguía en pie.
De esta manera, en vez de tener su primer baile con su pareja, Kayley bailó con su papá y sus hermanos. A su vez, aprovechó para darle algunos golpes a su pastel de bodas, dado que este le recordaba a su prometido ausente.
Finalmente, Kayley se sintió agradecida con sus familiares y amigos que se quedaron con ella para hacer de este amargo momento, un momento muy divertido.
"No se escaparon, y lo habría entendido totalmente si lo hubieran hecho, pero me apoyaron. Todo el día dijimos que se sentía como un episodio de alguna serie".