Llegar a trabajar en la NASA puede ser complicado y requerir años de estudio, sin embargo David Miller, un joven californiano, logró llegar a ser empleado de esta compañía sin siquiera aplicar para el trabajo. Miller estuvo ocho años en la agencia espacial estadounidense y llegó ahí sin tener ninguna experiencia previa y sin saber ni siquiera cuál sería exactamente su rol.
David Miller se había graduado en ingeniería mecánica e hizo una especialización en ingeniería aeroespacial en la Universidad de Washington. Cuando consiguió el grado comenzó a buscar trabajo relacionado con mantenimiento de aviones y aplicó a una oferta de Boeing, en el estado de Texas, Estados Unidos, sin imaginar que ese hecho lo conduciría a la NASA, pues cuando lo llamaron a la entrevista le ofrecieron presentarse también a otro trabajo.
Fue ahí cuando le explicaron que había otra opción de trabajo que le podría gustar y consistía en “ser manipulador en el equipo de gráficos de análisis y cinemática interactiva”. Aunque el joven desconocía de qué se trataba no rechazó la oportunidad, pues su único objetivo era conseguir trabajo.
Para sorpresa del joven solo le hicieron una entrevista, la de la vacante de Boeing, y cuando le llamaron para decirle que había conseguido el puesto, nunca pensó que era el de la otra opción, el de la entrevista a la que nunca fue. Así pues, Miller se mudó a Texas sin saber que estaba a punto de trabajar para la NASA.