CIUDAD DE MÉXICO. – Un perrito de raza husky ataviado con un suéter azul demuestra una vez más que el amor de las mascotas hacia sus dueños es infinito, y es que a diario espera a su propietaria por ocho horas a las puertas de un centro comercial en la ciudad rusa de Kaliningrado, donde ella trabaja.
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Muy cerca del can además hay un letrero en el que aclara que no se trata de un perro callejero o extraviado, que tampoco esta hambrienta o con frío, que solo está ahí esperando a que Svetlana, su dueña, termine de trabajar.
De acuerdo con el medio Klops, el perrito llegó a la vida de Svetlana hace cuatro años. Un mes después la familia decidió venderlo y ella no paró de llorar debido al enorme cariño que ya le tenía al can.
Los nuevos propietarios lo devolvieron porque aseguraron que el perrito no dejaba de llorar y de aullar. Desde ese momento la mujer y el perrito se volvieron inseparables.
La mujer dijo que decidió llevarse al can a su trabajo porque comparte un departamento y teme que el perrito al sentirse solo comience a aullar o cause problemas a los vecinos.
Svetlana se toma un tiempo de 10 minutos cada hora para salir a ver el estado del perrito que dice es “su amigo y su hijo”.
PGG
CIUDAD DE MÉXICO. – Un perrito de raza husky ataviado con un suéter azul demuestra una vez más que el amor de las mascotas hacia sus dueños es infinito, y es que a diario espera a su propietaria por ocho horas a las puertas de un centro comercial en la ciudad rusa de Kaliningrado, donde ella trabaja.
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La mujer dijo que decidió llevarse al can a su trabajo porque comparte un departamento y teme que el perrito al sentirse solo comience a aullar o cause problemas a los vecinos.
Svetlana se toma un tiempo de 10 minutos cada hora para salir a ver el estado del perrito que dice es “su amigo y su hijo”.
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