La señora Victoria González, de 75 años de edad, se hizo viral en redes sociales luego de ser grabada por su nieta cuando le pedía a “Alexa”, una asistente virtual, que rezara el Santo Rosario. Al escucharla no pudo contener su emoción, pues nunca imaginó que esta bocina le respondería con todo y los misterios gloriosos.
En entrevista con MILENIO, la abuelita contó que le pidió el rosario a la bocina para ver si era capaz de hacerlo, ya que veía que lo hacía cada vez que le pedía su canción favorita; Ojitos soñadores de Ramón Ayala.
Su nieta Dalia fue quien la lanzó a la fama, pues con más de 5 millones de reproducciones en Tiktok, el video se viralizó y ella está contenta de que ahora ‘todo mundo’ conozcan a su abuelita.
La señora Victoria, vive en Xometla, La Perla, Veracruz, a unos cuantos minutos del Pico de Orizaba. En este municipio no hay internet, por lo que el querer tener una bocina como ésta sería complicado.
“Que tanto quisiera tener una, pero no tengo internet. Aquí con lo único que me entretengo es con mi tele y la música que pongo de mi radio. Me pongo a bailar en mi casita, y así evito la soledad”, dijo.
También, agradeció a todas las personas que se han tomado el tiempo para hacerle llegar unas palabras de admiración, bendiciones y felicitaciones, a través de la cuenta de su nieta.
Victoria ayudó a crear una clínica en su localidad
Hace once años, vecinos de ésta localidad, estaban buscando un terreno para crear una clínica de atención médica en el municipio La Perla.
Los pobladores que tenían terrenos, duplicaban el precio para venderlo, sin embargo, esta abuelita decidió donar su terreno al presidente Municipal, todo con el objetivo de ayudar a su comunidad.
Recordó, que el entonces presidente municipal, le agradeció el gesto y le cuestionó si no había algún problema familiar al regalar el terreno, por lo que Doña Victoria, dijo que no, ya que sus cosas las da de corazón y sin recibir nada a cambio.
Esta clínica que se construyó hace once años, atiende a más de diez comunidades vecinas, por lo que la señora, se siente contenta de haber podido aportar algo a su comunidad.
Doña Victoria vive sola, por lo aprovecha las visitas le hacen sus nietas, para platicar, ver televisión o echarse un tequila y baile. Autodenominándose como alegré y feliz, espera que sus nietas puedan disfrutar como ella.