ESPECIAL.- Un preso condenado a cadena perpetua alegó que tras sufrir un colapso que le llevó a morir de forma momentánea, había cumplido con su pena de pasar el resto de su vida en la cárcel, ya que su condena terminaba con su muerte.
De acuerdo con el Washington Post, Benjamin Schreiber fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional, tras haber sido hallado culpable de matar a golpes a un hombre en 1997.
Sin embargo, en 2015 desarrolló una intoxicación séptica que le causó problemas renales y le ocasionó una muerte momentánea, hasta que los médicos lo revivieron con una inyección intravenosa de epinefrina.
Para abril de 2018, Schreiber solicitó el fin de su condena y señaló que estaba encarcelado de manera ilegal, porque su sentencia terminaba con la muerte, la cual ya había ocurrido en 2015.
Para su mala fortuna, su argumento no convenció a la jueza Amanda Potterfield, quien le explicó que morir por un breve periodo de tiempo no equivale a cumplir su condena. Al final, el Tribunal de Apelaciones de Iowa dictaminó que Schreiber seguirá en la cárcel hasta que esté muerto por siempre.
Sin embargo, en 2015 desarrolló una intoxicación séptica que le causó problemas renales y le ocasionó una muerte momentánea, hasta que los médicos lo revivieron con una inyección intravenosa de epinefrina.
Para abril de 2018, Schreiber solicitó el fin de su condena y señaló que estaba encarcelado de manera ilegal, porque su sentencia terminaba con la muerte, la cual ya había ocurrido en 2015.
Para su mala fortuna, su argumento no convenció a la jueza Amanda Potterfield, quien le explicó que morir por un breve periodo de tiempo no equivale a cumplir su condena. Al final, el Tribunal de Apelaciones de Iowa dictaminó que Schreiber seguirá en la cárcel hasta que esté muerto por siempre.
cog