ESPECIAL.- Una mujer en Singapur fue encarcelada 11 semanas por estornudar a un guardia de seguridad de un centro comercial cuando le negó la entrada por no llevar cubrebocas.
Sun Szu-Yen se declaró culpable el mes de junio por los delitos de “acto imprudente” y “acoso” debido al incidente que ocurrió en abril, informaron medios locales.
Tras rellenar un formulario con sus datos, Sun trató de entrar en el centro comercial cuando el guardia de seguridad le recordó que debía ponerse una mascarilla, pero la mujer se cubrió la boca con un pañuelo, pero el guardia no le permitió la entrada, a lo que la mujer respondió estornudándole en la cara.
Entonces la mujer, blandiendo su pasaporte, le espetó al guardia que era taiwanesa, trató de tachar sus datos del formulario de entrada y se marchó enfurecida, en una escena captada por las cámaras de seguridad.
Según el Straits Times, tras declararla culpable, el juez solicitó un análisis psiquiátrico para comprobar si debía imponer una orden de tratamiento obligatorio en lugar de una pena de prisión, pero no se hallaron indicios de enfermedad mental.
Singapur fue uno de los primeros países en detectar Covid-19 fuera de China -origen de la pandemia-, y actuó con rapidez para contenerla al imponer de forma temprana estrictas medidas de confinamiento que estaban vigentes cuando Sun estornudó al guardia de seguridad.
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ESPECIAL.- Una mujer en Singapur fue encarcelada 11 semanas por estornudar a un guardia de seguridad de un centro comercial cuando le negó la entrada por no llevar cubrebocas.
Sun Szu-Yen se declaró culpable el mes de junio por los delitos de “acto imprudente” y “acoso” debido al incidente que ocurrió en abril, informaron medios locales.
Tras rellenar un formulario con sus datos, Sun trató de entrar en el centro comercial cuando el guardia de seguridad le recordó que debía ponerse una mascarilla, pero la mujer se cubrió la boca con un pañuelo, pero el guardia no le permitió la entrada, a lo que la mujer respondió estornudándole en la cara.
Entonces la mujer, blandiendo su pasaporte, le espetó al guardia que era taiwanesa, trató de tachar sus datos del formulario de entrada y se marchó enfurecida, en una escena captada por las cámaras de seguridad.
Según el Straits Times, tras declararla culpable, el juez solicitó un análisis psiquiátrico para comprobar si debía imponer una orden de tratamiento obligatorio en lugar de una pena de prisión, pero no se hallaron indicios de enfermedad mental.
Singapur fue uno de los primeros países en detectar Covid-19 fuera de China -origen de la pandemia-, y actuó con rapidez para contenerla al imponer de forma temprana estrictas medidas de confinamiento que estaban vigentes cuando Sun estornudó al guardia de seguridad.
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