El altar u ofrendas de Día de Muertos es la tradición que más representa esta celebración. Aunque hay diferentes formas de hacer los altares para honrar a los seres queridos que ya no están con nosotros, la más tradicional de estas ofrendas es aquella que está estructurada por niveles y la cual debe tener ciertos elementos para que mantenga su esencia y cumpla con su propósito.
Ofrendar a nuestros difuntos es una tradición que viene desde nuestros antepasados indígenas, sin embargo, posteriormente se volvió una mezcla de esta cultura y la cultura europea: así, la cultura indígena aportó a este ritual el sahumerio con copal, la comida y la típica flor de cempasúchil. Por otro lado, la cultura europea agregó las veladoras, ceras y algunas flores.
De esta manera, los altares de Día de Muertos son una tradición y costumbre que nos invita a honrar y conmemorar a los difuntos, para mantener su recuerdo vivo.
¿Cuándo se pone la ofrenda de Día de Muertos?
De acuerdo con las tradiciones, la ofrenda se comienza a poner desde los últimos días del mes de octubre, pues se dice que los difuntos van regresando de acuerdo con la forma en que fallecieron.
Conforme a esto, la ofrenda comienza a ponerse el 28 de octubre para aquellas personas que hayan fallecido de manera trágica o violenta; el 29 de octubre es para los ahogados; el día 30 y 31 del mismo mes está dedicado a los niños que no fueron bautizados y, finalmente, el 1 noviembre es el Día de Todos los Santos y el 2 es el Día de Muertos, en donde llegan todas las almas.
Asimismo, la tradición también dice que el día en que debe quitarse la ofrenda es el día 3 de noviembre a las 12:00 horas en punto.
¿Qué significa la sal en el altar de muertos?
Como ya dijimos, la tradicional ofrenda debe llevar elementos esenciales tales como el agua, las comida, el papel picado, las velas, el camino de flores y, además, de acuerdo con las costumbres también debe contener sal.
De acuerdo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), la sal en el altar de muertos significa purificación y sirve para que el cuerpo no se corrompa en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año. Este elemento puede ir destruido por toda la ofrenda o se puede hacer una cruz con ella.
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