Sarah Rector es la descendiente de esclavos que vivió una infancia con mucha pobreza y terminó sus días en automóviles de lujo e invirtiendo en la bolsa. Su vida estuvo envuelta en la esclavitud, el racismo, el dinero, la segregación, la fama, el petróleo y las desigualdades.
Nacida el 3 de marzo de 1902, en los territorios de lo que ahora es la ciudad e Taft, en el estado de Oklahoma, Estados Unidos. Sus padres eran afroamericanos con raíces amerindias, cuya zona se encontraban los Creek, una de las Cinco Tribus Civilizadas.
Este último término era utilizado por los colonos europeos para referirse a los clanes que habían adoptado costumbre occidentales, como la posesión de plantaciones y esclavos.
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Los territorios indígenas fueron obligados a liberar a los esclavos y asignarles tierras, a través de un tratado en 1866. Y como los abuelos de Sarah fueron esclavos, la niña, así como sus padres y sus cinco hermanos, recibió grandes hectáreas de un espacio que al comienzo parecían inútiles
El terreno de Sarah consistía en 64 hectáreas de un suelo poco fértil y rocoso, inservible para la agricultura, que nadie creía que valdría la pena. Las mejores parcelas solían reservarse para los colonos blancos u originarios de América, de pura cepa, sin embargo, a la niña le había tocado la peor parte.
Joseph, padre de Sarah, estaba cansado de pagar las tasas anuales, que en ese entonces alcanzaban casi los 30 dólares al año, por un terreno que no servía. Posteriormente intentó venderlo, pero nadie quiso comprarlo. En última instancia, llamó a la Standard Oil Company para arrendar la parcela a un módico precio.
Lo que parecía ser un terreno inservible y poco fértil, se convirtió en lo mejor de sus vidas, ya que la empresa descubrió un pozo petrolero que le permitía extraer a diario aproximadamente dos mil 500 barriles. Las ganancias eran tan altas en 1013 que llegaron a recaudar 300 dólares por día, lo que hoy en día representa ocho mil dólares.
Ante este giro inesperado, Sarah Rector fue conocida como la niña de color más rica del mundo con tal sólo 11 años de edad, sin embargo, ante los prejuicios y el racismo que imperaban en la sociedad estadounidense a principios del siglo pasado, por ley se le asignó un tutor blanco que manejara las ganancias de la niña.
En 1920, Sarah había cumplido 18 años y ya era millonaria, tenía dinero invertido en acciones y bonos, había comprado propiedades, terrenos y empresas. Se mudó con toda su familia a Rector’s House, en Kansas City, Missouri. Una casa que todavía existe y es de una organización sin fines de lucro.
Sarah contrajo matrimonio con Kenneth Campbell, con quien tuvo tres hijos, y vivió al máximo, desde automóviles lujosos y ropa de confección, hasta diamante y diversas propiedades. Se divorció en 1930 y en 1934 volvió a casarse con William Crawford, propietario de un restaurante. Rector falleció a los 65 años de edad en 1967, en su terreno que nadie quería comprar.
AA