La desesperación puede llevar a situaciones extremas, y así lo demostró Sergio Brusco, un vecino de Posadas, Argentina quien este miércoles 6 de marzo protagonizó un incidente en las oficinas de Energía de Misiones.
La causa de su ira fue la frustración acumulada durante dos años de espera por la instalación de un medidor de electricidad en su domicilio, donde planeaba mudarse con su esposa y sus tres hijos.
El episodio, que quedó registrado por las cámaras de seguridad del lugar y se viralizó en las redes sociales, mostró a Brusco expresando su descontento cara a cara con un empleado de la empresa.
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"Este mes, me tengo que ir. Tengo tres criaturas. ¿Qué voy a hacer? ¿Me voy a ir a la casa sin luz? Hace dos años que estoy con esto. Vamos a ir para tres años", expresó Brusco mientras confrontaba al empleado.
A pesar de los intentos del empleado por brindarle una explicación, la frustración de Brusco solo aumentaba.
"Hace tres años que estoy con esto. Tres años", insistió, señalando incluso que una de las empleadas lo había insultado.
Finalmente, el malestar alcanzó un punto crítico cuando Brusco, visiblemente alterado, comenzó a destrozar las instalaciones, lanzando sillas y golpeando escritorios y monitores.
El caos resultante provocó la reacción de otros clientes presentes en el lugar, algunos de los cuales optaron por abandonar las instalaciones mientras otros intentaban calmar a Brusco, quien más tarde reveló que su propia hija estaba presente durante el incidente.
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Las autoridades locales informaron que Energía de Misiones presentó una denuncia por el suceso, y Brusco fue notificado de que debía presentarse en una comisaría para realizar una exposición sobre el incidente.
Horas después, en una entrevista con Telenoche, Brusco admitió su arrepentimiento, afirmando que no se reconocía en las imágenes sobre su coraje desatado.
Sin embargo, Brusco también destacó la larga lucha que ha enfrentado durante más de dos años para obtener una respuesta de la empresa. Señaló que ha presentado múltiples reclamos y ha participado en audiencias y mediaciones, sin obtener una solución satisfactoria.
Además, denunció haber recibido amenazas por parte de un empleado de la empresa, quien supuestamente lo intimidó debido a sus reclamos.
"Mi alquiler terminó el 13 de enero y me tengo que mudar. Y no tengo luz ni agua. Hace dos años que estoy luchando con esto", concluyó Brusco, destacando la difícil situación en la que se encuentra junto a su familia debido a la falta de respuesta por parte de la empresa de energía.
ERV