La investigación científica ha llevado a la humanidad a conocer miles de enfermedades de las cuales pocas llegaremos a comprender en nuestra vida, una de ellas es la sexsomnia, un trastorno del sueño que hace que una persona pueda mantener comportamientos o relaciones sexuales mientras está dormido.
Se trata de una parasomnia, al igual que un sonambulismo común, solo que, en este caso, las personas tienden a realizar actividades de índole sexual como la masturbación, los gemidos, las caricias y concretamente, el acto sexual.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que es considerado un padecimiento raro, el cual solo está presente en el 10 por ciento de las personas con parasomnia, o bien, alrededor del dos por ciento de la población mundial, siendo mucho más frecuente en hombres.
La sexsomnia, dicen los expertos, se manifiesta en la fase de sueño profundo no-REM, cuando los músculos no están paralizados, pero en cambio, el cerebro está profundamente dormido (N3).
Los neurólogos explican que en los pacientes son sexsomnia las partes del cerebro que se mantienen alerta son las que controlan la visión, el movimiento y la emoción; al tiempo que las zonas encargadas de la memoria, la toma de decisiones y el pensamiento racional aparentemente quedan en el sueño profundo.
En algunos casos, el afectado se despierta con el acto sexual ya iniciado, o en el momento del orgasmo, y hay quien no se despierta. Lo manifiestan sobre todo hombres jóvenes, pero le puede pasar a cualquiera, aunque nunca antes haya sido sonámbulo.
Aunque no se sabe con certeza que es lo que causa el trastorno, diversos estudios sugieren que el estrés, la fatiga, la falta de sueño, el consumo de alcohol o drogas y los trastornos psicológicos, son factores que precipitan los episodios de sexsomnia.
Los pacientes con sexsomnia son generalmente diagnosticados gracias a la amplia cooperación de su pareja, quien sufre en primer plano la patología de su compañero de cama, y la realización de una polisomnografía, una prueba que sirve para diagnosticar trastornos del sueño y que registra la actividad cerebral y movimientos oculares de la persona mientras duerme.
Aún así, es realmente complejo determinar si una persona padece sexsomnia, y será dependiendo de la frecuencia e intensidad de estos episodios, la ayuda que necesite, pues la enfermedad podría llegar a complicar su vida de manera grave.
Problemas legales por sexsomnia
La complejidad de la enfermedad nos hace pensar acerca de las diversas situaciones que pueden complicar la vida de una persona que padece sexsomnia.
Entre los pocos casos de la patología que han salido a la luz, algunos de ellos son delicados, y giran entorno a procesos penales por abuso sexual, muchos de ellos, teniendo a una persona acusada que alega estar enferma.
En otros pocos casos, vemos a una víctima de abuso, como una posible portadora del trastorno del sueño, o bien, de un episodio aislado en el que sostuvo relaciones sexuales con otra persona sin saberlo.
Incluso, médicos advierten que las personas pueden comportarse de manera agresiva o ruda al realizar actos sexuales durante un episodio de sexsomnia.
En ese contexto, los especialistas recomiendan buscar ayuda médica que lleve a un tratamiento adecuado con fármacos y/o terapia psicológica, lo que podría mitigar la enfermedad.
cog