Shakira reveló que sufre el Síndrome del Impostor, esto durante la entrevista que brindó a N+. La colombiana mencionó que en ocasiones se veía afectada por dicho padecimiento.
“Sufro levemente del síndrome del impostor, que todavía no me lo creo, que todavía no creo que soy tan capaz o tan hábil, creativa o inteligente, talentosa como dicen que soy. Quizá esa pequeña patología me mantiene motivada queriendo descubrir quién soy y lo que puedo dar”, mencionó la artista.
¿Qué es el Síndrome del Impostor?
De acuerdo con Laura Barrientos Nicolás, de la Facultad de Medicina de la UNAM, dicho síndrome lleva a las personas que lo padecen a creer que no son capaces de desempeñarse en una actividad en específico.
Según la especialista, aquellos que hayan presentado este síndrome tienden a estar sometidas bajo mucho estrés, lo que les provoca ansiedad, depresión, tristeza y trastornos emocionales que afectan su desempeño laboral, académico o profesional.
Las personas que sufren el Síndrome del Impostor siempre presentan una insatisfacción, pues llevan consigo el pensamiento constante de que lo hacen no es suficiente.
Cabe mencionar que otras figuras del medio artístico han revelado que padecen este síndrome, por ejemplo, la estrella de “Harry Potter”, Emma Watson, actriz que interpretó a Hermione Granger; Michelle Obama, abogada y escritora, también figura en la lista; Howard Schultz, fundador de Starbucks, y Neil Armstrong, primer hombre que pisó la Luna, son otras personalidades que padecen Síndrome del Impostor.
Entre las principales consecuencias del Síndrome del Impostor son la baja autoestima, la ansiedad, la depresión, los sentimientos de inadecuación, la inseguridad, la falta de confianza en uno mismo, los sentimientos de vergüenza, el miedo al fracaso, el miedo al éxito y la falta de motivación.
Por lo tanto, para tratar dicho padecimiento, es importante identificar y reconocer los sentimientos e ideas que están detrás de él. Una vez que se haya identificado el problema, es importante trabajar con un terapeuta para ayudar a la persona a desarrollar habilidades de autoconocimiento, autoestima, confianza en sí mismo y habilidades para manejar la ansiedad. El terapeuta también puede ayudar a la persona a desarrollar una perspectiva positiva y una visión realista de sí misma y de su propósito.