Fue un 7 de octubre de 1994 cuando se puso por primera vez en órbita al satélite mexicano Solidaridad II, el cual se envió desde el puerto espacial de Kourou en la Guayana Francesa, a bordo del cohete Ariane-44L H10, así lo menciona la revista gubernamental Hacia el Espacio.
Antecedentes históricos de Solidaridad II
A partir del año 1968, el gobierno mexicano comenzó a usar satélites de comunicaciones con la finalidad de difundir las olimpiadas de México que se celebraron ese año; hasta 1982 adquirieron su primer sistema de satélites propios, conocido como Sistema Morelos, conformado por los satélites Morelos I y II.
Según el portal Parque de Innovación Tecnológica, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el satélite Morelos I fue lanzado el 17 de junio de 1985 desde Cabo Cañaveral, Florida. Su objetivo principal fue transmitir de una forma novedosa información que impactara en la vida de miles de mexicanos; Morelos II se lanzó en noviembre del mismo año, mismo que fue diseñado, principalmente, para servicios de telefonía y teledifusión directa. En esta misión participó el primer astronauta mexicano en viajar al espacio, Rodolfo Neri Vela.
Una vez que el Sistema Morelos concluyó su vida útil, el Estado mexicano adquirió otros dos satélites que pasaron a formar parte del Sistema Satelital Solidaridad con los satélites Solidaridad I puesto en órbita en 1993 y Solidaridad II.
Solidaridad II, una nueva generación
El 7 de octubre de 1994 llegó al espacio Solidaridad II, que, como ya se mencionó antes, sustituyó al satélite Morelos II.
Los satélites Solidaridad eran similares a los Morelos, en su diseño contaban con 18 transponedores en banda C, pero tenían características importantes como mayor potencia y cobertura en más áreas geográficas. En su carga útil tenía 16 transportadores de banda Ku, con una capacidad estimada de cuatro veces mayor que los Morelos; también tenían un sistema de transmisión en banda L, el cual proporciona los servicios de comunicación móvil a todo el país, incluyendo sus costas y mar territorial.
Asimismo, este sistema fue la plataforma de comunicaciones de seguridad nacional para el gobierno, ya que empezó a ser utilizada por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Marina (SEMAR), la Procuraduría General de la República (PGR) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), para mejorar la eficiencia de sus operaciones contra el crimen y mitigar las amenazas externas.
El satélite Solidaridad II en banda C incluía cobertura en México, el sur de Estados Unidos, el Caribe, Centro y Sudamérica. Mientras que, la cobertura en banda Ku abarcaba México, la costa este de Estados Unidos, San Francisco y Los Ángeles.
El satélite se encontraba ubicado en la órbita 114.9° W, y su tarea era proveer cobertura de alta potencia en México, conectividad entre Estados Unidos y Latinoamérica, y ángulos de elevación excelentes en Norteamérica y la mayor parte de Latinoamérica.
Luego de 19 años, la vida útil de Solidaridad II concluyó en 2013 siendo desorbitado y convirtiéndose en “basura cósmica”, originalmente culminaría en 2008, sin embargo, el gobierno mexicano pidió a Satmex (Satélites Mexicanos) que el satélite fuera puesto en órbita inclinada para alargar su vida y que pudieran concluir los servicios de banda L.
Posterior a los satélites Morelos I, Morelos II, Solidaridad I y Solidaridad II, han venido otros como el satélite Morelos III, satélite Bicentenario.
Además de los satélites Bicentenario, para comunicación fija, y Morelos 3, para móvil, el Sistema Satelital cuenta con dos centros de control para la infraestructura satelital terrestre ubicados en Iztapalapa, Ciudad de México, y en Hermosillo, Sonora, así como con terminales para comunicar a los usuarios.
¿Cuál es la importancia de que México cuente con satélites propios?
De acuerdo con la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT), la tecnología satelital es uno de los puntos más importantes de la infraestructura de comunicaciones no terreras de nuestro país, ya que ofrece servicios de comunicación en toda la República Mexicana y el mar territorial, de forma instantánea y confidencial, desde lugares remotos donde no existen redes convencionales de telecomunicaciones.
La comunicación mediante un satélite permite la emisión, transmisión o recepción de ondas radioeléctricas, por medio de un sistema satelital, el cual se constituye por uno o más satélites que son colocados en una posición orbital geoestacionaria, provisto de una estación espacial con sus frecuencias asociadas, que le permite recibir, transmitir o retransmitir señales de radiocomunicación desde o hacia estaciones terrenas u otros satélites, para fines de prestar otros servicios de telecomunicación.
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