En sus inicios, el trasplante capilar comenzó a emplearse como tratamiento para corregir la alopecia, pero años más tarde, el uso de los trasplantes se extendió hacia otras zonas del cuerpo, como la barba.
Un implante de barba se utiliza para aquellos hombres en el que el crecimiento es nulo o irregular. En este tratamiento, se busca regenerar zonas con poca cantidad de pelo como las patillas, el bigote y los pómulos.
¿Cómo se hace el injerto de barba?
Consiste en tomar folículos de una zona donante del cuerpo como el cabello, pues no tiene influencia hormonal, para después trasplantarlos en las áreas donde hay escasez de vello facial.
Las unidades foliculares se implantan en el rostro, siguiendo el diseño de la forma de la barba, según las preferencias del paciente y las sugerencias del médico.
El pelo trasplantado mantendrá las características y el ritmo de crecimiento de la zona en que fue tomado, es decir, más lento que en la zona facial.
Bruno Szyferman, director médico de Capilea Internacional y presidente de la Asociación Argentina de Recuperación Capilar (AARC), mencionó que algunos hombres optan por elegir un implante con el fin de que esto les brinde mayor seguridad en su persona.
“Muchos hombres consideran que una barba bien desarrollada mejora su apariencia y les otorga mayor confianza. Además, algunas personas pueden tener problemas genéticos o médicos que dificultan el crecimiento natural de la barba, lo que hace que el implante sea una opción atractiva para ellos”, aseguró.
¿Cuánto cuesta un implante de vello facial?
El precio puede variar dependiendo factores como la ubicación, el diseño que elija el paciente, la zona a tratar, la extensión del procedimiento y la experiencia del cirujano. Los costos están apróximadamente entre los mil quinientos y cuatro mil dolares.
El proceso de recuperación consta de algunas fases que ayudarán la cicatrización de la zona:
Los 4 primeros días tras el injerto es la etapa más molesta, pues la zona receptora se encuentra sensible después del proceso de extracción y colocación de folículos, aquí se observa irritación, inflamación y tensión. Se deben seguir instrucciones para lavarse, dormir y con los alimentos que se deben comer.
Las primeras dos semanas, los síntomas inmediatos comienzan a desaparecer, así como la eliminación de costras que surgieron posterior a la colocación.
En los próximos cuatro meses el paciente comenzará a ver resultados palpables. Los folículos implantados se van afianzando en su nueva ubicación y un mes después comenzará a verse el crecimiento del vello. Pese a que el pelo es aún débil, poco a poco irá aumentado su espesor, textura y calibre.
Ocho meses después, los efectos del trasplante capilar de barba son totales, se calcula que en esta etapa crece el ochenta por ciento de la barba injertada.
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