MONTERREY.- Un ambicioso proyecto surgido en la administración de Barack Obama como presidente de Estados Unidos hubiera conectado la ciudad de Monterrey con San Antonio mediante un tren rápido.
En un aproximado de 2 horas, te habrías podido trasladar de la Sultana del Norte a la ciudad estadounidense sin un sinfín de filas y contratiempos propios del cruce fronterizo común.
Tras el anuncio de Obama de querer construir un tren rápido (220 millas por hora) que conectara a todo Estados Unidos, Alfred Twu, artista y activista norteamericano, se dio a la tarea de crear un mapa en el que se plasmaban 9 líneas posibles para el sistema anunciado por el mandatario estadounidense.
El mapa lo realizó tomando como base estudios realizados y publicados por agencias gubernamentales. En ese diseño trabajo desde el 2009 y el 2013 lo publicó en su página de Facebook y dicho mapa se viralizó.
Ante la respuesta obtenida Twu decidió crear una petición a la Casa Blanca para que financiara este sistema ferroviario de alta tecnología.
La particularidad de este diseño es que incluía paradas en ciudades fronterizas mexicanas como Tijuana, Juárez y Monterrey.
Sin embargo, pese a lo atractiva de la propuesta, el mapa no fue considerado por el Gobierno de Estados Unidos.
En 2014 se hizo público el acercamiento entre autoridades mexicanas y estadounidenses para crear una línea de tren rápido que conectara a San Antonio, Texas, con Monterrey, en tan solo 2 horas.
La idea era atractiva, tomando en cuenta los nexos comerciales entre ambas ciudades y la tradición de un amplio sector de Nuevo León de viajar al vecino país.
El sistema ferroviario avanzó a tal nivel que incluso se habló de un presupuesto de 1500 millones de dólares.
Pese a la voluntad inicial de ambas regiones (Nuevo León y Texas), los cambios de administración en el Estado, fue rezagando la posibilidad de abrir un frente de presión y actividad para presentar a Washington el proyecto con mayor solidez, por lo que fue quedando en el olvido.
A este aspecto se sumó la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, lo que trajo un mayor control de la frontera con México, avivando un clima anti latino.
cog
MONTERREY.- Un ambicioso proyecto surgido en la administración de Barack Obama como presidente de Estados Unidos hubiera conectado la ciudad de Monterrey con San Antonio mediante un tren rápido.
En un aproximado de 2 horas, te habrías podido trasladar de la Sultana del Norte a la ciudad estadounidense sin un sinfín de filas y contratiempos propios del cruce fronterizo común.
Tras el anuncio de Obama de querer construir un tren rápido (220 millas por hora) que conectara a todo Estados Unidos, Alfred Twu, artista y activista norteamericano, se dio a la tarea de crear un mapa en el que se plasmaban 9 líneas posibles para el sistema anunciado por el mandatario estadounidense.
El mapa lo realizó tomando como base estudios realizados y publicados por agencias gubernamentales. En ese diseño trabajo desde el 2009 y el 2013 lo publicó en su página de Facebook y dicho mapa se viralizó.
Ante la respuesta obtenida Twu decidió crear una petición a la Casa Blanca para que financiara este sistema ferroviario de alta tecnología.
La particularidad de este diseño es que incluía paradas en ciudades fronterizas mexicanas como Tijuana, Juárez y Monterrey.
Sin embargo, pese a lo atractiva de la propuesta, el mapa no fue considerado por el Gobierno de Estados Unidos.
En 2014 se hizo público el acercamiento entre autoridades mexicanas y estadounidenses para crear una línea de tren rápido que conectara a San Antonio, Texas, con Monterrey, en tan solo 2 horas.
La idea era atractiva, tomando en cuenta los nexos comerciales entre ambas ciudades y la tradición de un amplio sector de Nuevo León de viajar al vecino país.
El sistema ferroviario avanzó a tal nivel que incluso se habló de un presupuesto de 1500 millones de dólares.
Pese a la voluntad inicial de ambas regiones (Nuevo León y Texas), los cambios de administración en el Estado, fue rezagando la posibilidad de abrir un frente de presión y actividad para presentar a Washington el proyecto con mayor solidez, por lo que fue quedando en el olvido.
A este aspecto se sumó la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, lo que trajo un mayor control de la frontera con México, avivando un clima anti latino.
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