Todo ocurrió en Charleston, Estados Unidos, donde un caballo jalaba una carroza llena de turistas, sin embargo, el cansancio venció al animal ocasionando que éste se desvaneciera, alarmando a las personas que paseaban por las calles del lugar.
Según Elizabeth Fort, una testigo, relató que "Había un caballo tendido en el suelo. Parecía muerto para mí, sé que no lo estaba, pero parecía muerto".
A pesar de que unos minutos después el caballo pudo reincorporarse, diversas organizaciones a favor de los derechos animales, como PETA, han hecho pública su molestia ante esta situación por lo que exigen que los trabajos forzados sean eliminados para cualquier animal.
Shannon Tilman, gerente de Charleston Carriage Works, empresa de transportes con caballos, dio a conocer que el caballo únicamente sufrió dos raspones menores en el muslo izquierdo de la pata trasera.