Estos son 8 ingredientes y alimentos que deberías incorporar a tu dieta ya que contribuyen alejar el cáncer de mama.
1. Aceite de oliva
La Universidad de Navarra y el CIBERobn realizaron una investigación entre más de 4.000 mujeres durante casi 5 años para estudiar los efectos de la Dieta Mediterránea enriquecida con 4 cucharadas soperas al día de aceite de oliva virgen extra. Los investigadores llegaron a la conclusión de que por cada 5% de calorías procedentes de este tipo de aceite se reducía un 28% el riesgo de cáncer de mama.
El aceite de oliva es muy sano, pero también altamente calórico
Para beneficiarte de estos efectos antitumorales debe ser aceite de oliva virgen, ya que si está refinado pierde los fenoles, unos compuestos que se consideran potentes antioxidantes. Eso sí, debido a su aporte calórico, no conviene que superes esas cuatro cucharadas diarias que mencionábamos.
2. Brócoli
Es rico en sulforafano que acelera la eliminación de sustancias tóxicas del organismo y hace que las células cancerosas se “suiciden”. Además, el brócoli contiene otros componentes que pueden detener el proceso de proliferación celular en las etapas iniciales del cáncer de mama. Consumir 5 o más raciones a la semana puede reducir a la mitad el riesgo de este tipo de tumor.
3. Cúrcuma
Esta especia, componente imprescindible del curry, tiene una poderosa acción antiinflamatoria, lo que ayuda a prevenir el cáncer. Y es que los procesos inflamatorios favorecen que las células malignas proliferen. Además, gracias a los curcuminoides que contiene, es antitrombótica (fluidifica la sangre y evita la formación de trombos) y antioxidante.
Diversos estudios han demostrado las propiedades anticancerígenas de la curcumina, que además se multiplican al tomarla mezclada con pimienta, otro ingrediente habitual del curry.
4. Frutos secos
Aportan, entre otras sustancias beneficiosas, ácido fólico y vitamina B6. Y según un estudio publicado en el "Journal of the National Cancer Institute", una dieta rica en estos nutrientes reduce las probabilidades de desarrollar cáncer de mama, sobre todo después de la menopausia.
Los frutos secos ayudan a prevenir el cáncer de mama
En el caso concreto de las nueces, una investigación de la Universidad Marshall (EE. UU.) sostiene que tomar un puñado (25 g) al día podría reducir significativamente la tasa de incidencia del cáncer de mama. Esta se redujo a la mitad en un experimento con ratones. Además, se ha demostrado que su alto contenido en ácidos grasos omega 3, antioxidantes y fitoesteroles puede ralentizar el crecimiento del cáncer.
5. Granada
Es muy rica en antioxidantes, que protegen a las células del daño de los radicales libres. Y, como los frutos rojos, también posee ácido elágico, que ayuda a impedir la proliferación de células tumorales estrógeno-dependientes.
Puedes preparar un zumo con el exprimidor, partiendo la fruta por la mitad como una naranja. Otra opción es pasar los granos por la batidora a velocidad lenta y sin que se trituren las simientes, y colar el zumo después.
6. Legumbres
Aportan mucha fibra, pero además, el consumo de legumbres tiene importantes beneficios para el organismo.
Su consumo reduce la absorción intestinal de la glucosa y evita los picos de azúcar en sangre. Y esto es muy importante para prevenir el cáncer de mama, ya que cuando sube el nivel de glucosa en sangre se produce más insulina. La insulina estimula directamente el ovario, haciendo que fabrique más estrógenos, y se sabe que un nivel de estrógenos elevado aumenta el riesgo de cáncer de mama.
Un estudio de la Universidad de Harvard (EE. UU.) demuestra que una dieta rica en fibra, sobre todo desde la juventud, previene este tumor. Se calcula que por cada 10 g de fibra consumidos al día reduces un 7% el riesgo de cáncer de mama. Es decir, que si tomas la cantidad diaria recomendada de fibra, 30-40 g, las probabilidades son un 21-28% más bajas.
7. Manzana
Según el Instituto Mario Negri de Milán (Italia), comer una manzana al día reduce un 18% la probabilidad de desarrollar cáncer de mama gracias a sus polifenoles. La manzana roja es la más rica en estas sustancias y se recomienda lavarla bien y comerla con piel, ya que es donde se concentran la mayor parte de los polifenoles.
8. Yogur
Los yogures y otras leches fermentadas son alimentos ricos en probióticos, que activan el sistema inmunitario y ejercen un efecto protector al evitar la proliferación de células tumorales. Además, aportan vitamina D, cuyo déficit se ha demostrado que aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, entre ellos el de mama. Tómalo mejor desnatado.
de estos alimentos, algunos destacan más por sus propiedades antitumorales frente al cáncer de mama.