Para Michelle Obama no es extraño que su nuevo hogar esté a tan sólo unas cuadras de la Casa Blanca.
La ex primera dama reveló que ella, Barack y Malia, aún viven en Washington pues esperarán a que la menor de sus hijas termine la preparatoria.
En el programa Ellen's game of games, con Ellen Degeneres, Michelle explicó que no extrañan la Casa Blanca pues "lo que aprendí en esos 8 años es que el hogar es donde nosotros lo hacemos, estuvimos en la Casa Blanca por ocho años, pero no era la casa, éramos nosotros, nuestros valores y el amor por nosotros".
Lo único que sí ha sido extraño para la familia Obama es... tener una puerta con timbre.
Relató que las personas se extrañan cuando ella abre la puerta y que sus perros, Bo y Sunny, ni siquiera saben lo que es un timbre por lo que cuando alguien llama ellos no responden.
"Lo que sí es raro es que ahora sí tenemos una puerta y un timbre y la gente se desconcierta cuando vienen a mi puerta y yo abro", dijo.
También relató que ella fue quien eligió la casa y la decoró durante los últimos meses de mandato de su marido, por lo que, con la carga de trabajo, él casi no participó en las decisiones del espacio.
Esto ha generado "molestias" en el ex mandatario, quien se ha quejado de que no tiene suficientemente espacio en el clóset o de que su oficina es la habitación más pequeña de toda la casa, mientras que Sasha recibió el espacio más grande.
"Sasha fue la que ganó en esta casa. Tiene una suite de dos habitaciones, toda decorada un área para la sala y su habitación, ella lo diseño y por eso él (Barack) la odia un poquito, pero creo que ella lo merece, ¡es la bebé!".
Bueno, pero ¿y su hija mayor Malia? "Tiene el ático o algo así. Ella está en la universidad, uno no desperdicia habitaciones en los universitarios".