Ahora es 'cool' tener mujeres en películas y series: Patricia Clarkson

La actriz que ha participado en diversos filmes de Woody Allen y Martin Scorsese mencionó que "se han dado cuenta de que hacen dinero con ello, así que buscan mujeres como protagonistas".

Ahora es 'cool' tener mujeres en películas y series: Patricia Clarkson
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Debutó en el cine con The Untouchables y se ha hecho notar como secundaria "robaplanos" en películas de Woody AllenMartin Scorsese o George Clooney, pero el último año ha sido especialmente "intenso" para Patricia Clarkson, que se encuentra en la ola del auge feminista en cine y televisión.

"Ahora es 'cool' tener mujeres en películas o series", señala la actriz, dejando escapar una ronca carcajada. "Se han dado cuenta de que hacen dinero con ello, así que buscan mujeres como protagonistas o directoras".

Actriz fetiche de la española Isabel Coixet, Clarkson estrena este viernes en España The Party, de Sally Potter, una película con un reparto coral femenino muy potente que incluye a Kristin Scott Thomas Emily Mortimer y que retrata el desmoronamiento de la izquierda en Europa a través de una reunión de amigos en una habitación.

La semana que viene viajará a la Berlinale para presentar fuera de concurso La librería, de la mano de Coixet, con quien rodará próximamente su cuarta película juntas Light on broken glass. "Es una de las mujeres más exquisitas que conozco", afirma.

También se ha dejado ver en la última temporada de House of cards o en la saga The Maze Runner y este año estrenará una serie de HBO junto a Amy AdamsSharp Objects, y el thriller Out of blue, basado en una novela de Martin Amis y dirigido por Carol Morley, entre otros proyectos.

Ironías al margen, a la actriz, nacida hace 58 años en Nueva Orleans, le interesa dejar claro que siempre ha puesto cuidado en elegir papeles de mujeres poderosas y que se siente orgullosa de haber trabajado con muchas directoras.

"Parece que ahora están cambiando las cosas, y en cierto modo lo están haciendo", señala al referirse al movimiento 'Time's up' o al hecho de que por primera vez haya una directora de fotografía nominada al Oscar; "pero las mujeres, jóvenes y mayores, blancas y negras, llevamos mucho tiempo luchando en esta industria", advierte.

Clarkson insiste en separar "dos cosas importantes" que están sucediendo; por un lado, "el abuso de poder de naturaleza depredadora sexual por parte de muchos hombres", un tema de naturaleza "criminal", y por otro la reivindicación que haya más mujeres directoras, guionistas, etc.

"Es importante separarlo porque lo primero es un asunto criminal y terrible, que se ha acabado, gracias a 'Time's up', un movimiento muy necesario y al valor de las mujeres que han denunciado los abusos", subraya.

The Party, que pasó por la Berlinale, es una tragedia envuelta en comedia donde nada es lo que parece. Un grupo de amigos se reúne para celebrar el reciente nombramiento de Janet (Scott Thomas) como ministra de Sanidad, pero una serie de secretos empiezan a salir a flote y desatan la violencia.

"Lo curioso es que Sally escribió esta película hace dos años (antes de la llegada a la presidencia estadunidense de Donald Trump y del brexit), pero es como si hubiera sabido que íbamos a estar en esta situación; es una pieza muy interesante y estoy deseando que la vea la gente", señala Clarkson.

Hija de una política local de Nueva Orleans, la que fue Sarah O'Connor en la serie Six Feet Under dice haber sido testigo de todo el esfuerzo, la dedicación y el sacrificio que implica esa tarea, y cree que los políticos nacionales tendrían mucho que aprender.

"Si todos esos senadores y representantes tuvieran una mayor implicación personal en lo que hacen, las cosas nos irían mejor..."; Clarkson deja la frase en suspenso y al final añade: "da igual, nuestro sistema político es una pesadilla, cada día es más duro vivir en Estados Unidos".

Hace un año participó en la marcha de mujeres de Washington y se considera comprometida políticamente, pero de ahí a seguir los pasos de su madre, ve un abismo. "No podría ser política, me falta diplomacia", asegura y suelta otra sonora carcajada.

Descendiente de una familia judía lituana, su árbol genealógico tiene una rama española. "Mi bisabuelo era español, José Berenguer, de Barcelona. Me gusta pensar que Isabel (Coixet) y yo tenemos un pasado común", señala. "Así que sí, tengo un poco de sangre española en mis venas, pero cuidado, que ahí está ¿ok?".

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