Egresados del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés) inauguraron en Boston un nuevo concepto de restaurante, llamado Spyce, el cual es el primero en el que los chefs que preparan los alimentos son robots automatizados.
Kale Rogers, cofundador del restaurante, sostuvo que la idea surgió ante la necesidad de crear una solución diferente para proporcionar alimentos que fueran rápidos y económicos, pero también saludables.
“Simplemente queríamos descubrir cómo cocinar de una nueva manera; deseábamos automatizar el proceso y hacerlo más eficiente para obtener una comida de alrededor de 7.50 dólares (144 pesos) en lugar de 12 (230 pesos)”, lo que cuesta una comida completa en los restaurantes de la zona, explicó.
El MIT detalló en un comunicado que el equipo que desarrolló los chefs robóticos estuvo conformado por ingenieros mecánicos y eléctricos egresados.
Para convertir su visión en realidad, los fundadores de Spyce primero tomaron un curso intensivo de emprendimiento en 2015 y después participaron en un taller de startups que impartió su alma mater.
Adicionalmente, obtuvieron apoyo del MIT’s 2015 Skills Accelerator de Global Founders, ahora conocido como MIT delta V, otro programa de apoyo a egresados y estudiantes con el que pudieron concluir el prototipo de chef robot.
MENÚ Y SERVICIO
Kale Rogers comentó que el menú consiste en media docena de platillos con influencias de raíces latinas, mediterráneas y asiáticas; los ingredientes se preparan en una cocina tradicional, y luego se cargan en la robótica.
Cuando los clientes hacen su pedido personalizado en las tablets que se encuentran en las mesas, el proceso para preparar el platillo que eligieron comienza automáticamente mezclando los ingredientes deseados.
En las reseñas de Google, el establecimiento tiene una calificación de 4.6 sobre cinco y los clientes se dicen muy satisfechos con el servicio. “¡Este lugar es increíble! ¡Tiene un montón de opciones veganas y vegetarianas! Conseguí el tazón marroquí y no podría estar más feliz. Uno de los propietarios estaba allí asegurándose de que la experiencia fuera lo mejor posible”, señaló Bridget Mcadams, uno de los tantos usarios que además agradecen que exista la opción de ordenar platillos veganos.
Otra ventaja que ofrece el restaurante es la rapidez, ya que todas las comidas se cocinan en tres minutos o menos y el mismo sistema robótico las sirve después en un tazón. Después de ese proceso hay un último paso en el que sí se requiere la intervención de humanos, quienes decoran con ingredientes fríos el platillo y se lo entregan al cliente.
Por esa rapidez el concepto ha sido un éxito y el único inconveniente del que se quejan los clientes es que el establecimiento se llena desde muy temprano.
“Cuando llegamos un lunes a mediodía la fila (para comer ahí) llegaba afuera de la puerta. Claramente es un lugar muy popular; nos tomó alrededor de 15 minutos hacer cola para llegar a un kiosco donde pudiéramos hacer nuestro pedido y nuestras cinco comidas salieron aproximadamente 10 minutos después”, reseñó Rob Solomon en las críticas de Google.
El egresado del MIT recalcó que en el proyecto también involucraron a un chef reconocido, con lo que lograron hacer de Spyce un espacio eficiente, rentable, práctico y de alta calidad culinaria.
“Nos dimos cuenta de que era muy importante superar los límites de los sabores, de lo que la gente puede obtener en un entorno informal rápido. Es una especie de colaboración genial y de alta cocina por la que estamos muy entusiasmados”, concluyó Rogers.