En el Día del Padre, aseveró que ésta es una gran fecha para todos los que tienen el privilegio de encabezar una familia, ser guías y un ejemplo a seguir.
Comentó durante una entrevista con Notimex que el tiempo es un recurso invaluable que tienen todos los seres humanos por igual, por lo que felicitó a los padres que han decidido invertir ese tipo con sus hijos.
Él, por ejemplo, tiene cuatro: Jorge, de 12 años; Sara María, de nueve; Ana Priscila, de siete, y Juan Mateo, de seis, a quienes, dijo, ama con todo el corazón.
Ernesto D'Alessio externó que como papá hay varias etapas en la vida de sus hijos que le llenan de satisfacción: desde que nacen, cuando el médico dice que está bien de salud y el primer día que caminan.
"Ver sus primeros pasos es algo que no te puedes perder. También cuando dice papá por primera vez es un 'cañonazo', no hay palabras que describan eso".
Consideró que no hay mejor regalo que uno de sus hijos llegue y diga que eres su mejor amigo, "es un placer que no se compra con dinero, pero se adquiere con amor.
"De igual manera cuando pasan de año, cuando meten gol en la escuela, ir a su primer festival y verlos bailar, aunque tenga toda la pena del mundo", señaló.
La actitud hacia sus hijos del hijo de la cantante Lupita D'Alessio es muy relajada. "Soy como un niño", dijo, "pues juego con ellos, vemos películas, andamos en bicicleta y mis niñas a veces hasta me hacen trenzas".
"Podemos estar jugando, pero cuando digo es hora de dormir en ese momento dejo de ser su amigo y me convierto en su papá y en autoridad. Los papás tenemos que corregir a los hijos sin golpes físicos", mencionó.
Más adelante recordó que su papá Jorge Vargas era muy juguetón y muy estricto. Fue, señaló, un hombre ciento por ciento responsable, por lo que nunca le faltó nada ni a él ni a su hermano Jorge D'Alessio.
"A pesar de que se tenía una imagen de que golpeaba a todo el mundo, que andaba con pistolas y metralletas en sus películas, era un niño con nosotros; literal, se la pasaba con nosotros, tenía una colección de carritos, competía con nosotros y los guardaba. Era un gran defensor mi papá, quien además tenía una formación militar", recordó.