La inteligencia artificial se ha convertido en una tecnología común que usamos casi diario, ya sea con los asistentes digitales como Siri, utilizando el buscador de Google, los traductores en internet, videojuegos, entre otras cosas.
Sin embargo, la compañía japonesa Yamaha —famosa por sus instrumentos musicales y motocicletas— introdujo un nuevo uso para la inteligencia artificial y la música.
Yamaha desarrolló una herramienta que identifica los movimientos corporales para traducirlos en expresiones musicales utilizando datos recogidos por varios sensores que son colocados en el cuerpo de una persona. En este caso el aclamado bailarín japonés Kaiji Moriyama.
Los datos recogidos de los movimientos de Moriyama fueron transmitidos al sistema Disklavier, un piano que utiliza inteligencia artificial para traducir los movimientos en sonidos.
Al final, este sistema fue probado con la Orquesta Filarmónica de Berlín quienes ofrecieron una presentación junto con Moriyama que utilizó los sensores para tocar el piano y acompañar la música de los interpretes.