Un día después de que en uno de sus conciertos, un suicida con bomba mató a 22 personas, Ariana Grande volvió a Estados Unidos, donde, a juzgar por sus fans, la cantante luce una cara que detona tristeza.
Grande, de 23 años, fue fotografiada luego de su llegada al aeropuerto de Florida, donde fue recibida por miembros de su familia, según una publicación.
Hasta el momento, la cantante ha realizado un solo comentario respecto a lo ocurrido: "Desde el fondo de mi corazón, lo siento mucho, no tengo palabras".