El concierto, el primero en dos días en el Staples center de Los Angeles, registró una entrega y fusión de seguidores de ambas artistas que por décadas habían sido rivales musicales y nunca habían actuado juntas.
Ante más de 16 mil asistentes, las cantantes dieron una muestra de entrega y profesionalismo y lecciones de cómo hacer un evento sin que ninguna tenga el privilegio de abrir o cerrar.
Esto porque a pesar de que Guzmán inició el concierto con un tema, le siguió Trevi con otro para después intercambiar por bloques de canciones el escenario a un ritmo pocas veces visto y que mantuvo al público de pie.
La entrega del público fue tan evidente que en un momento Trevi emocionada solo repetía ¡gracias, gracias! y se postró de rodillas para agradecer la respuesta y la energía que sentía en esos momentos.